Con el firme propósito de inmortalizar la memoria de los ecologistas de la región, directivos del Acueducto Independiente de la Ciudadela Norte de Ocaña, promueven entre los familiares la siembra de un árbol en la reserva forestal de Carrizal.
Así lo manifestó la representante de la Junta Veedora, Janice Guerrero Arévalo, quien resalta la iniciativa de plantar especies nativas en los surcos trazados en el área en donde se ubicará una piedra, acompañada de una placa para honrar a ese ser querido.
Guayacanes y barbatuscos llevarán los nombres de las personas que han dejado huella y los familiares serán los encargados de hacer el ritual en lo que se ha denominado el camposanto de la vida.
El objetivo fundamental es adecuar un área estratégica para conservar las especies a donde la gente pueda ir a caminar y recordar a un ser querido que estuvo acompañando las iniciativas durante muchos años, según explicó Guerrero.
El vocero del Acueducto, Gustavo Ibáñez, asegura que la idea busca la siembra de árboles con un motivo simbólico para honrar la memoria de las personas fallecidas.
“Lo importante es el ejercicio de llevar el árbol, cuidarlo, observar el crecimiento, entender la responsabilidad de proteger la naturaleza, respirar aire puro, disfrutar de la sombra, saborear una fruta y apreciar las plantas ornamentales” explicó Ibáñez.
El punto de partida para perpetuar los recuerdos se hizo con la señora madre de una amiga de las directivas del acueducto quien ha hecho grandes aportes con el plan de manejo de reserva forestal a través de una organización sin ánimo de lucro para la protección medio ambiental del agua, fauna y flora de la región, detalló Ibáñez.
“La vida humana se prolonga en el tiempo conservando y protegiendo uno de los elementos vivos más preciados de la naturaleza. Un árbol nos brinda sombra, flores y frutos, transforma gas carbónico en oxígeno como muestra de afecto y nuestras condolencias para Olga Bautista Martínez y familia. Paz para el alma de Rosa María Martínez”, así reza la placa.
“Los árboles son pulmones de la ciudad y durante 36 años se ha velado por la adecuación de las áreas estratégicas para conservar el recurso hídrico”, indicó la administradora, Virginia Amaya Quintero.
La misión altruista
La Asociación del Acueducto Independiente de los Usuarios de la Ciudadela Norte fue creada el 18 de julio de 1985. En los 36 años de historia se recuerda al gran benefactor y líder social ya fallecido, Cristóbal Navarro, que impulsó junto a un puñado de voceros comunales la creación de la empresa.
Ante los problemas en el suministro de agua potable, proceden a hipotecar sus viviendas para comprar mangueras y traer el preciado líquido desde la Quebrada Brava. En ese entonces era una idea descabellada y hoy un ejemplo desde el punto ecológico, pues ofrece el servicio a 1. 147 usuarios.
El profesor Cristo Humberto Miranda Carvajalino, resalta la misión cumplida para brindar un buen servicio a los habitantes del norte de la ciudad e indica que es importante crear esa conciencia ecológica.
“Se habilita un área para la reforestación de una manera ordenada y así recordar a un ser querido”, recalcó.
Antes de la pandemia se organizaba la gran caminata hacia la reserva forestal y se espera superar la crisis sanitaria para continuar con ese ejercicio para fortalecer la conciencia colombiana, reiteran los directivos.
El vocero, Gustavo Ibáñez, señaló que hasta la fecha se han adquirido 650 hectáreas, cuyos predios se declaran reservas forestales para garantizar el preciado líquido.
“En un comienzo con el fondo DRI se han sembrado unos 12 mil árboles y se continúa con los programas para el repoblamiento. Se tienen a dos guardabosques quienes están al tanto de los programas ecológicos. Queremos multiplicar esos esfuerzos con una política clara y es honrar la memoria de las personas que dejan huella en la conservación de los recursos naturales”, puntualizó.