Los torrenciales aguaceros de la atípica ola invernal ocasionaron el deterioro de las arterias viales en la zona del Catatumbo en donde los labriegos viven una verdadera odisea a la hora de transportar los productos agrícolas hacia las plazas de mercado de la región.
Los tramos más críticos se registran en los municipios de Convención, El Tarra, Tibú, Teorama, La Playa de Belén, y Hacarí en donde los mandatarios declararon ya la urgencia manifiesta para acceder a recursos y atender la emergencia.
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“Lo grave del caso es que el fenómeno de La Niña apenas comienza y el presupuesto ya se encuentra agotado para solventar los problemas presentados en las distintas comunidades”, manifestó el alcalde de Hacarí, Deiby Bayona Guerrero.
Aseguró que todas las vías terciarias están deterioradas y se requiere un salvavidas ya que no cuentan con el presupuesto suficiente para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la región.
La situación más crítica la viven los campesinos de las veredas San José del Tarra, Las Juntas, Mesitas, La Esperanza y San Miguel donde los operarios no dan abasto ante la crudeza del invierno.
“La creciente de los ríos y quebradas ocasionaron derrumbes y la pérdida de la banca de las carreteras de las 68 veredas afectando a unos 14.000 labriegos que abarca el 98 por ciento del sector rural. Contamos con un banco de maquinaria integrado por una retroexcavadora, motoniveladora y tres volquetas, pero es insuficiente ante la magnitud del problema”, reiteró el mandatario.
Es imposible atender 360 kilómetros de vías terciarias con un presupuesto de 800 millones de pesos anuales, pues se deben pagar operarios, combustible y repuestos. “La plata invertida en el mantenimiento, se perdió en los primeros aguaceros, ya que se requiere obras de arte, muros de contención, bateas, placa huellas y un Box Coulvert en la vereda La Esperanza por un valor que supera los 700 millones de pesos, entonces es imperiosa la cofinanciación del orden nacional y departamental”, precisó el alcalde.
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Además, se necesita la construcción de un puente vehicular sobre el río Borra en el sector que une a las Adjuntas con San José del Tarra y los municipios afectados no cuentan con los recursos para mejorar las arterias viales.
En la vía secundaria que comunica a Hacarí con La Playa de Belén se ejecutan 150 millones de pesos aportados por la Gobernación del Norte de Santander para cada una de las poblaciones. La intervención se adelanta en sectores como El Espejo, Astilleros, Aspasica y la Vega de San Antonio, pero se quedan cortos por la fuerza de la naturaleza.
“Esperanzados con la declaratoria de la calamidad pública por parte del gobernador para acceder a los programas de mitigación del riesgo, necesitamos con urgencia un banco de maquinaria y el llamado al gobierno nacional es una mirada hacia la región del Catatumbo”, puntualizó.
Una situación similar la vive el alcalde del municipio de La Playa de Belén, Íder Humberto Álvarez García, quien adelantó la gestión para el arreglo de la vía terciaria. “La lluvia hizo estragos en la región y los campesinos solicitaron la atención para sacar los productos.
El caso más apremiante se registra en el Guayabón donde se cayó un salón de la escuela, afortunadamente en las horas de la noche, y la carretera hacia La Vega de San Antonio está bastante deteriorada. Son 215 kilómetros a rehabilitar y ya declaramos la urgencia manifiesta”, precisó.
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El alcalde de Convención, Dimar Barbosa Riobó, expresó su preocupación por los efectos de la lluvia en el sector de La Primavera donde varias viviendas se han desplomado y se reporta el desprendimiento de la calzada en la carretera que conduce hacia los corregimientos de San Pablo y El Aserrío en Teorama.
En la vía hacia El Tarra, se registraron derrumbes en el sitio conocido como Las Torres donde los vehículos corren el peligro de irse al abismo por las condiciones del terreno.
Lo grave del caso es que las lluvias según el IDEAM se extenderán hasta el mes de diciembre y los líderes comunales lanzan un S.O.S. para lograr la ayuda de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Atención del Desastres.
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Dirigentes campesinos del Catatumbo llamaron la atención de la Gobernación por la lentitud que ha existido para mejorar la malla vial. Si las carreteras se hubieran intervenido no estaríamos enfrentando este desastre en las vías.
Lo mismo dijeron de los puentes, muchos de ellos intransitables y que ofrecen peligro a transportadores y pasajeros.
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