La chispa de la polémica
Directivos de la Empresa de Servicios Públicos de Ocaña en aras de apostar al desarrollo sostenible para garantizar la optimización del sistema deciden construir una línea de impulsión de agua potable desde la planta del Algodonal hasta el tanque de Buenavista parte baja.
La etapa contempla la instalación de 1.300 metros de tubería de 24 pulgadas PVC RDE y 12 pulgadas para la distribución en el punto de referencia 01+54 hasta el PR 00+234 de la carretera Ocaña-Cúcuta.
Los vecinos del sector y administrador vial reclaman el permiso pertinente para ingresar a las fincas e instauran querellas en contra de la empresa.
Mientras el gerente de la ESPO, Jesús Alfredo Contreras, denuncia persecución por parte de la Inspección Primera de la Policía, la titular de esa dependencia, abogada Sara Lisney Echávez Rincón, asegura que esa obra no cuenta con el permiso del Instituto Nacional de Vías para intervenir el tramo.
“No se pueden iniciar obras sin el debido proceso, inicialmente el primero de octubre se adelantó una diligencia de conciliación entre las partes, pero la empresa ha incumplido. La disposición es clara, debe mediar un permiso para proceder en la faja vial, 30 metros de lado y lado contados desde la línea de la mitad de la carretera”, precisa la profesional del derecho.
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La empresa en reiteradas ocasiones ha caso omiso a las quejas instauradas por los propietarios y la administración vial, entonces ese despacho procede al sellamiento de la obra y convoca para los próximos días una audiencia pública con el representante legal de la ESPO.