El expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez insistió hoy en su propuesta de hacer una intervención en Venezuela, con apoyo de la ONU, para poner fin a la dictadura de Nicolás Maduro.
A pesar de que su propuesta ha recibido críticas incluso de políticos cercanos al uribismo, porque podría llevar al surgimiento de una guerra en el continente, en la que Colombia resultaría inevitablemente involucrada, Uribe aseguró que tiene que recurrirse a esta opción porque ninguna de las otras estrategias que se han usado, ha funcionado, ni el diálogo ni la propuesta popular ni la presión internacional.
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“El pueblo sólo no puede”, manifestó Uribe y explicó que cuando cayó el muro de Berlín y las dictaduras de la antigua ‘cortina de hierro’ no fue solo la presión popular la que logró el objetivo, sino que estos gobiernos habían perdido ya el apoyo militar de la Unión Soviética.
Aseguró que las Naciones Unidas están en la obligación de ofrecerle una solución a los venezolanos, ocho millones de los cuales han tenido que abandonar el país y más de 2 millones y medio se encuentran en Colombia.
“Naciones Unidas no ha sido capaz de dar el paso para ser verdaderamente eficaz”, dijo. Y agregó: “se requiere menos discurso, menos apoyo fonético y más acción”.
Reconoció que la opción de intervención ha tenido muchas críticas y hay personas que le han dicho que es preferible esperar a que algún militar tome la iniciativa, pero aseguró que un demócrata no puede apoyar opciones que no son institucionales.
“Pedimos que se piense seriamente en cómo se va a hacer una intervención internacional o se va a estimular a exigirle al Ejército y a las Fuerzas Armadas de Venezuela que protejan a su pueblo y que le reconozcan eficazmente el poder al dr. Edmundo (González) y desalojen esa tiranía”, aseguró.
La propuesta de intervención de Uribe ha provocado la reacción airada del Gobierno Maduro, que en los últimos días ha lanzado todo tipo de insultos contra el exmandatario, al punto de que la Cancillería colombiana anunció una reclamación oficial por el trato irrespetuoso contra el exmandatario.