Durante la tarde del sábado, cerca de la avenida 2 con calles 9 y 10 del barrio Motilones, el intercambio de disparos provenientes del interior de un establecimiento comercial, transformó por completo la atmósfera de camaradería que se vivía, convirtiéndola en una escena de zozobra y caos.
El hecho aconteció sobre las 3:30 p.m., cuando un grupo de personas que se encontraban departiendo al interior del negocio, conocido como El Toro, vieron acercarse a tres sujetos al mismo tiempo con actitudes sospechosas.
Pese a que los tres hombres llegaron al tiempo, uno de ellos arribó en una motocicleta Suzuki GN, los otros dos llegaron a pie, todos cubriéndose la cara para evitar ser reconocidos.
Las cámaras de seguridad registraron el momento en el que los dos hombres a pie, vestidos de camisa blanca, gorra, y zapatos negros, se ubicaron estratégicamente en diferentes partes del negocio para amedrentar con pistolas a las 8 personas que se encontraban en ese momento, mientras que el motociclista solo esperaba atento.
“Uno de ellos le apuntó a mi hijo con el arma mientras que el otro se hizo para el lado en que estábamos nosotros y nos comenzó a pedir que nos diera lo que teníamos”, comentó uno de los testigos.
Se formó la balacera
Lo que no sabían estos delincuentes, era que una de las personas que estaban asaltando es Olguín Mayorga Pérez, presidente de la Asociación Nacional de Víctimas (Anivicac), y por ende tenía un escolta de la Unidad Nacional de Protección (UNP).
De acuerdo con información suministrada por las autoridades policiales, en el momento que el asaltante estaba exigiendo las pertenencias de estas personas, el funcionario de la UNP, aprovechó un momento de distracción del pistolero y sacó su arma de dotación, forcejeando con el delincuente e iniciando una balacera.
Ante esta escena, la mayoría de los presentes salieron a la calle y otros reaccionaron inmóviles, al mismo tiempo en que el escolta, vestido de camisa rosada, bluyín y zapatos negros, intercambiaba disparos con el agresor.
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Entre los elementos hurtados se encuentran tres celulares y una manilla de oro, lo que en pesos rondaría cerca a los $4 millones.
Dos heridos y un capturado
El saldo que dejó este nuevo hecho de sangre en la ciudadela Juan Atalaya fue de dos heridos y un capturado, incluyendo al escolta, de 41 años y a uno de los pistoleros. No obstante, y para fortuna del miembro de la UNP, la herida causada a la altura de su cabeza fue con un arma traumática.
Caso contrario fue el del presunto delincuente, identificado como Deimar Samuel Pedroza Mosquera, quien presenta lesiones en varias zonas de su cuerpo, como el pie, hombro, glúteo y la región lumbar.
La Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) llegó al lugar de los hechos para acordonar el lugar, realizar la inspección técnica de la escena y hablar con los testigos directos de la balacera.
Gracias a la pronta respuesta de los mismos, y al apoyo comunitario, dieron con la captura de otro de los supuestos delincuentes, quien responde al nombre de Luis Diego Ortiz Tapias, de 26 años.
Pese a que las víctimas fueron trasladadas hasta el Policlínico de Atalaya en primera instancia con el fin de recibir atención médica, Samuel Pedroza fue remitido de urgencia hacia el Hospital Universitario Erasmo Meoz (HUEM), donde a la fecha se debate entre la vida y la muerte con pronóstico reservado.
Aunque la mayoría de testigos afirmaron que el hecho se dio por la intención de hurto de los delincuentes, siendo esta la hipótesis principal, las investigaciones continúan.
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