El ausentismo escolar y la tendencia al suicidio que hubo en el país durante este año, en gran medida como una consecuencia del confinamiento por la pandemia de la Covid-19, afectó el desarrollo de los jóvenes en el país, pero las consecuencias solo podrán medirse en unos años.
Así lo concluyó el informe de medición del Índice de Progreso Social (IPS) entre 2016 y 2021 que elaboró Social Progress Imperative, la Fundación Corona y la Red de ciudades Cómo Vamos.
El estudio que analizó los fundamentos de bienestar para los jóvenes en ciudades como Armenia, Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Buenaventura, Cali, Cartagena, Cúcuta, Ibagué, Manizales, Medellín, Montería, Pereira, Quibdó y Santa Marta señala que el año 2021 fue el más resiliente aunque la calidad de vida se haya mantenido estable.
El IPJ que se midió en una escala de 100 puntos, en la que los mayores puntajes corresponden a las condiciones más favorables, analizó la calidad de vida y bienestar para la población entre los 14 y 28 años de esas ciudades.
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En la dimensión de Fundamentos de Bienestar, el informe tomó en cuenta las bases que permiten a los jóvenes mantener o mejorar su calidad de vida, específicamente en lo que afectó o no su acceso a Conocimientos Básicos, Acceso a Información y Comunicaciones, Salud y Bienestar, y Calidad Medio Ambiental.
En el ránquin de las 15 ciudades, Cúcuta aparecer en la décima primera posición con un comportamiento estable en torno a esta variable, manteniéndose muy cercano al promedio que estuvo por el orden de los 60 puntos de valoración.
El Componente de Acceso a la Información y a las Comunicaciones referente a las condiciones de acceso a Internet, uso de celulares, tenencia de computadores y gobierno abierto local, tuvo el mejor puntaje histórico del periodo de estudio, llegando a 84 puntos en promedio. De este modo, Bogotá (91.4) y Medellín (91.0) son los que puntean la tabla para el año 2021, siendo las dos mejores ciudades en este componente año a año desde el 2016.
Por otro lado, Quibdó (70.6) y Buenaventura (73.7) presentan los puntajes más bajos para este año, antecedidos por Cúcuta con un puntaje de 78,6 en la posición 13 del ránquin.
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En el componente de Calidad Medioambiental que hace referencia al entorno ambiental en aire, ruido y agua, utilizando indicadores como el nivel de ruido en la ciudad, la calidad del aire urbano, el uso de modos de transporte no motorizado y la eficiencia en uso del servicio de agua.
En gran parte las ciudades tuvieron un crecimiento sostenido. Cúcuta creció cuatro puntos en el año 2018 con 38,6 puntos con respecto al 2017 cuanto alcanzó una valoración de 34,7 y se mantuvo en ese orden hasta el 2019.
En cuanto a las condiciones de los jóvenes para estudiar hasta la educación media el índice general para los seis años presentó un descenso paulatino en el puntaje promedio de las 15 ciudades que fue mejorando levemente en el 2018 y 2021, “pero no siendo suficiente para repuntar el puntaje promedio obtenido el primer año analizado”, aclara el informe.
Cúcuta, por ejemplo, alcanzó una valoración de 51,6 para el 2016 pero ya para el 2021 tuvo una calificación de 48,5 ocupando la décimo primera posición en el ránquin. En el componente salud y bienestar que se refiere a las condiciones que van más allá de los Cuidados Médicos Básicos, para el año 2021, Cúcuta con 80.5 puntos,
Buenaventura con 77.9 y Montería con el mismo puntaje, encabezan la tabla con las mayores cifras de valoración.
En esa área se tomaron en cuenta indicadores como suicidios, mortalidad prematura, oportunidades de atención médica y acceso a atención médica especializada.
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