La orden de liquidación emitida por la Superintendencia de Sociedades para las tiendas Justo & Bueno sorprendió a país. El negocio de Mercadería S.A.S, cuyos servicios eran ofrecidos a través de la marca Justo & Bueno, y que abrieron la primera tienda en 2016, se convirtió en una reconocida cadena de supermercados de descuentos a nivel nacional.
Con más de 1. 118 en el país, más de 30 en Cúcuta, el éxito parecía asegurado, pero desde finales del 2021 se desató la crisis económica de la compañía por falta de liquidez. En noviembre de 2021 solicitaron entrar en proceso de reorganización, buscando nuevos fondos de inversión que sacaran a flote los supermercados y en enero comenzó el proceso.
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¿Por qué se llegó a la liquidación?
Según se conoció, en 2020, cuando la empresa llevaba cuatro años de operación, tuvo ventas superiores a 874 millones de dólares anuales. Eran la cadena de descuento de más rápido crecimiento, pero llegaron las restricciones por pandemia, los paros y esto limitó el acceso de la inversión y se produjo un deterioro en la liquidez. La caída en ventas fue de más del 94%.
De acuerdo con lo evidenciado en las audiencias, en lo que va del 2022, las nuevas deudas de la empresa ascienden a más de $170.000 millones, acumulando un total de deudas de $1,7 billones. Sus tiendas también se redujeron a 603, de las 1.118 que estaban activas anteriormente.
Aunque se había dicho, a principios de 2022, que Joining Futures Capital International Limited (JFC) inyectaría liquidez a Justo & Bueno, no hubo ninguna inversión, por lo que se acabaron las posibilidades de solventar las deudas pendientes.
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Cabe recordar que esta empresa funcionó sin activos propios, combinando arrendamientos y “leasing” para facilitar el crecimiento en fase inicial. Una vez se entra en fase de acumulación, después de alcanzar punto de equilibrio, el modelo permite transitar a la construcción de un portafolio de activos fijos que consolidan la situación patrimonial de la empresa. Justo & Bueno no alcanzó a acercarse a esta segunda etapa.
¿En qué va el proceso?
Aunque la Supersociedades decretó la liquidación, en la audiencia, los acreedores dieron una nueva luz de esperanza, es decir, que la empresa tiene un plazo de 30 días para que se presenten nuevas ofertas.
Y aunque el plan de los acreedores le ha dado una última esperanza a la compañía, para los arrendatarios esto ha significado una nueva etapa de incertidumbre.
Fredy Calderón, uno de los representantes de los arrendadores, expresó que más de 600 de ellos sí están de acuerdo con llevar a cabo la liquidación.
“Pedimos la restitución de los inmuebles, llevamos 14 meses sin recibir los pagos, aparte de eso, los servicios públicos siguen sumando. Nuestros predios están casi para caerse”, señaló Calderón.
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El delegado de la Superintendencia de Sociedades, Santiago Londoño, aseguró que hasta el cierre de 2021 Justo & Bueno contaba con activos por $870.000 millones, los cuales serán tenidos en cuenta para responder por las obligaciones que la firma tiene en la actualidad.
Por su parte, el Superintendente de Sociedades, Billy Escobar, en entrevista con La Opinión, explicó que esta opción presentada por los acreedores es una buena posibilidad y que, aunque se ordenó suspender los efectos de la liquidación, se mantiene la designación del liquidador y la remoción de los administradores. “En un mes se conocerá finalmente qué pasará con la cadena Justo & Bueno”, dijo.
Darío Laguado Monsalve, el designado agente liquidador, tendrá un mes para presentar un inventario valorado de los bienes que conforman el patrimonio de la empresa y una relación de gastos de administración de la liquidación que puedan servir de base a la propuesta de capitalización que hagan los oferentes, siendo en este caso los acreedores.
Otros procesos
- Almacenes La 14, compañía de comercialización de productos masivos, que empleaba a cerca de 4.000 empleados en Cali, fue otra a la que le fue imposible soportar las deudas que tenía y se tuvo que liquidar.
- Coltejer, también se encuentra en proceso de reorganización. Luego de la pandemia, no ha podido recuperarse. La empresa de textiles colombiana reportó que en 2021 tuvo pérdidas netas por $120.923 millones, 27% más con respecto a 2020.
- Según la Supersociedades, entre 2014 y 2020 el total de solicitudes de insolvencia aumentaron 124% y para el primer trimestre de 2021 acumuló 902 solicitudes.
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