En su intervención, en el Congreso de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), desarrollado en Barranquilla, la ministra de Vivienda, Helga María Rivas Ardila, explicó las inversiones de la Política Integral del Hábitat y destacó que la meta de asignar 50.000, en 2024, se cumplió de manera anticipada.
Sin embargo, hubo una noticia que dejó alarmados a los empresarios, principalmente a los de Norte de Santander, y es que no hay presupuesto para cumplir con los 50.000 auxilios del próximo año, como fue la promesa del gobierno de Gustavo Petro; solo están garantizados 20.500.
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El gerente de Camacol Cúcuta y Nororiente, Mateo Montebello, indicó que de esos subsidios asegurados solo quedan 15.000, porque los otros cerca de 5.000 ya fueron preasignados para Vivienda de Interés Prioritario (VIP) por el ministerio.
“Teníamos la esperanza de un plan de reactivación de la construcción –con Mi Casa Ya-, pero el Gobierno fundamenta esa reactivación en la autogestión o autoconstrucción con organizaciones populares y juntas de acción comunal”, añadió.
Montebello afirmó que el anuncio de la ministra les dejó un mensaje “bastante preocupante”, pese a que la venta de vivienda ha tenido “una leve recuperación” por la disminución de las tasas de interés y la estrategia de los constructores de vender a plazos más largos. Sin embargo, la dinámica está por debajo de los niveles de la pandemia.
El gerente de la constructora Vértices Urbanos, Andrés Ramírez, informó que Rivas les dijo que ya sabían lo que se espera para 2025 y que este es un “gobierno de dogma, que hay que mejorar las casas en las invasiones”.
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“Se siente uno frustrado como empresario, es un gobierno que legitima lo ilegal. El otro año, seguro tendremos muchos desistimientos de compra, la plata del ministerio seguirá parqueada en fiducias, al tiempo que aumentará el déficit de vivienda”, manifestó.
El también presidente de la Junta Directiva de Camacol resaltó que a la funcionaria, parece ,que se le olvida que uno de los pilares de su despacho es reducir el déficit habitacional cuantitativo. No obstante, aseguró que sus acciones harán que “los pocos proyectos que se iban a construir se pausen y aumente el desempleo”.
Ramírez enfatizó que los más afectados serán la población vulnerable, que no va a lograr su cierre financiero y tendrá que postergar su sueño de tener vivienda propia, y los trabajadores directos e indirectos de las constructoras, las cuales se verán obligadas a reducir personal.
Más interés en el mejoramiento
El Ejecutivo tiene centrada su atención en el programa de mejoramiento de vivienda, porque, según la ministra Helga María Rivas, el déficit cualitativo es del 76% del total en ese sector, por eso han destinado $1.5 billones para 127.163 mejoramientos.
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La funcionaria sostuvo que la cuota del Gobierno para programas de vivienda se reducirá 39%, respecto a 2023, pasando de pasando de $4,3 billones este aña $2,66 billones. Desde el Ministerio de Hacienda, señalaron que cada ente del Gobierno pide recursos a dicha cartera y, si prioriza, le giran.
Los representantes de Camacol apuntaron que el Gobierno ha está focalizando los recursos en sus programas bandera, pues, Mi Casa Ya viene de administraciones anteriores. Por ello, consideran que les toca reiventarse y “sobrevivir hasta el 2026”, cuando se den las elecciones presidenciales.
El dato
Según el reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), a corte de septiembre, la construcción perdió 31.000 puesto de trabajo en el último año, 4.000 de ellos en el área metropolitana de Cúcuta.
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