Aunque suene algo extraño, Jhon Velazco, más conocido como ‘Jhon Mechas’ o ‘Jhon Barbas’, máximo líder de la disidencia del Frente 33 de las Farc, que delinque en el Catatumbo, habría contratado a una banda de Medellín para cometer el atentado del pasado 14 de diciembre, con dos maletas bomba en el Aeropuerto Internacional Camilo Daza, de Cúcuta.
Su objetivo principal iba dirigido, según las autoridades, contra unas aeronaves que la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) tenía estacionadas en el aeropuerto y que participan en las operaciones contra el narcotráfico en el Catatumbo.
Si quieres tener acceso ilimitado a toda la información de La Opinión, apóyanos haciendo clic aquí: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
Policía y Fiscalía tendrían las pruebas contundentes para demostrar esto. Así lo dejó entrever la tarde de ayer, el ente acusador, durante la audiencia de legalización de capturas y allanamientos, que llevaron a cabo el lunes en diferentes puntos de la capital de Antioquia.
Tres hombres y dos mujeres fueron detenidos en los procedimientos judiciales que realizaron durante varias horas en el corregimiento Santa Helena y los barrios Jesús, Robledo Miramar y Brasilia, de Medellín, además, según las autoridades, encontraron suficiente material probatorio que les ayuda a reforzar la investigación que iniciaron el mismo día del atentado.
Y es que capturar a los presuntos responsables del hecho se convirtió en un objetivo de alto valor para las autoridades, porque en una de las dos explosiones que se dieron ese día, murieron los intendentes William Bareño Ardila y David Reyes Jiménez, técnicos en explosivos.
Así los fueron rastreando
Horas después de haberse registrado el atentado, un grupo de investigadores de la Dijín que llegó de Bogotá, se unió a las pesquisas que iniciaron los hombres de la Sijín de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), y poco a poco fueron armando ese ‘rompecabezas’ que los llevaría hasta los presuntos responsables del hecho.
Lo primero que hicieron los policías fue recorrer palmo a palmo las calles que colindan con la malla de protección de la terminal aérea, por donde ocurrió el atentado, para saber si alguna persona observó o escuchó algo raro antes y durante el atentado.
Lea también: 2021, un año terrorífico para la seguridad de Cúcuta
Mientras unos investigadores recopilaron los testimonios, otros se dedicaron a analizar varias horas de videos que fueron grabados por cámaras de seguridad del aeropuerto y del barrio. Fue así como poco a poco lograron hacer cinco retratos hablados de las personas que presuntamente participaron en el ataque con las maletas bomba.
Además, por informaciones que recibieron a raíz de los $100 millones de recompensa que ofreció el Ministerio de Defensa, tres días después de lo sucedido, comenzaron a seguirles el rastro a varias personas que fueron señaladas de estar involucradas en el hecho.
Uno de los primeros que pusieron bajo la lupa fue a Sebastián Moreno Maya, un hombre que tiene su residencia en Medellín, pero extrañamente por esos días en que se cometió el atentado se encontraba en Cúcuta con otro grupo de personas que también viven en la misma ciudad.
Y mientras avanzaban en estas indagaciones, las autoridades también lograron identificar plenamente al hombre que murió ese día del atentado, cuando se le explotó una maleta bomba: se trata de Cristian Camilo Muñoz Manjarrés, otro residente de la capital de Antioquia.
Así fueron uniendo cabos y hasta interceptaron líneas telefónicas a través de las cuales lograron identificar a Adrián Kaleth Guzmán, Diego Felipe Maya González, Nayibeth Alexandra Londoño Carrillo y Yuly Mildrey Mazo. Estas cuatro personas tenían una relación muy estrecha con Sebastián Moreno.
Con lo que ya tenían, los investigadores decidieron no perderle el rastro a este grupo de personas, siendo así como lograron identificarlos plenamente y vincularlos al atentado donde perdieron la vida los dos técnicos en explosivos.
Le puede interesar: Las tres hipótesis del atentado en el aeropuerto de Cúcuta
Lo hallado
Durante los 10 días de seguimientos, interceptaciones y entrevistas con fuentes, los policías conocieron que estas cinco personas, junto con Cristian Camilo Muñoz, quien murió el día del hecho, habrían armado una presunta banda para delinquir con ‘Jhon Mechas’.
El ministro de Defensa, Diego Molano, en una entrevista con Blu Radio aseguró que el máximo líder de la disidencia del Frente 33 de las Farc contrató a esa organización criminal de Medellín para que cometiera el atentado en la terminal aérea de la capital de Norte de Santander.
“Aunque todo es materia de investigación, lo que es claro es que hubo un ‘outsourcing’ de las disidencia con ese grupo de criminales. Ellos (detenidos) fueron contratados en Medellín y entrenados en Cúcuta, Catatumbo y Venezuela”, aseguró el funcionario.
Extraoficialmente se habla de que algunos integrantes de la banda estuvieron varios días en Tibú y luego pasaron la frontera hacia Venezuela, por los pasos ilegales, para recibir un entrenamiento en explosivos, para que cuando les entregaran las maletas bomba no se presentara ningún percance. Pero nada salió como lo habían planeado.
Molano explicó que aún no tienen claro por qué ‘Jhon Mechas’ no usó a sus hombres, que tienen una gran experiencia en actos terroristas. “Eso es materia de investigación y será la Policía la que se encargue de aclararnos esto. Lo que sí es claro es que el enemigo de Cúcuta y Norte de Santander es la disidencia del Frente 33 de las Farc, que tienen responsabilidad en cinco atentados que se han dado en la ciudad”.
Lea también: Comuna 6, en donde más se registran asesinatos en Cúcuta
Los investigadores tendrían información de que ‘Jhon Mechas’ les habría ofrecido una fuerte suma de dinero por ese atentado y que de inmediato tendrían que preparar otros que se registrarían también en Cúcuta.
Y quien sería la ficha clave de la disidencia para llevar a cabo esa ola de terror era Sebastián Moreno Maya, quien estuvo preso en la Penitenciaría de Cúcuta y se conoció con varios hombres de ‘Jhon Mechas’, que los pusieron en contacto, para que una vez quedara en libertad, se hiciera todo lo planeado.
Aunque ayer no se conocieron mayores detalles de la investigación, hoy se espera que la Fiscalía revele parte del material probatorio que tiene contra los detenidos en Medellín.
Les llegaron a sus casas
Una vez los tuvieron ubicados y una jueza avaló las órdenes de captura y de allanamientos, un grupo de policías se trasladó hasta Medellín y las hizo efectivas.
Al primero que querían atrapar era a Sebastián Moreno, por eso llegaron a una casa, ubicada en la carrera 50 con calle 77, del barrio Brasilia, pero él no se encontraba. Sin embargó, los uniformados siguieron adelante con la diligencia judicial, hallando en ese sitio a Nayibeth Londoño.
Una vez los policías le informaron a la mujer que quedaba detenida, adelantaron el allanamiento, logrando recopilar prendas de vestir que Moreno Maya habría usado el día del atentado y que lo ubican cerca del aeropuerto de Cúcuta, además encontraron celulares y otros electrónicos que están siendo analizados.
Cuando a los investigadores les faltaba poco para terminar el allanamiento, recibieron una llamada que les aseguraba que Sebastián estaba en la carrera 51 con calle 73, en una estación de servicio, por eso, de inmediato varias patrullas se trasladaron al lugar y lo capturaron.
Minutos más tarde, otro grupo de uniformados se desplegó por los otros puntos que tenían de referencia donde estaban las otras personas que buscaban. Una de los sitios fue la casa de Nayibeth Alexandra, donde también hallaron material probatorio.
Le puede interesar: Cúcuta, entre la ilegalidad y el dinero de los narcos
En una vivienda de la carrera 83 con calle 94, del barrio Robledo Miramar, detuvieron a Adrián Guzmán, además, encontraron prendas de vestir, memorias digitales y celulares. Las autoridades conocieron que él se estaba escondiendo en este sitio desde el pasado 18 de diciembre.
En la calle 51 con carrera 9, del barrio Jesús, aprehendieron a Yuly Mazo y durante la diligencia judicial le encontraron tres celulares, una tableta y un computador, que están siendo analizados.
Y por último, los policías se desplazaron hasta el corregimiento Santa Helena, donde detuvieron a Diego Maya. También encontraron prendas de vestir que habría usado el día del atentado en Cúcuta.
Una vez las autoridades tuvieron en sus manos a los tres hombres y dos mujeres, los subieron a un avión y a las 11:50 de la noche del lunes, aterrizaron en el Aeropuerto Internacional Camilo Daza, de Cúcuta, donde fueron llevados a unas instalaciones policiales, con las máximas medidas de seguridad.
Los capturados están siendo acusados por los delitos de terrorismo, homicidio agravado, tentativa de homicidio, así como fabricación o porte ilegal de armas, municiones y explosivos.