La situación para gobernar a la distancia a su municipio se había vuelto más que difícil y compleja para el alcalde de La Playa de Belén, Ider Humberto Álvarez.
Él mismo, en un mensaje de audio que envió a La Opinión, admitió que su renuncia al cargo era inminente, dado que en los últimos días se hizo insoportable tener que gobernar desde la distancia y tener que soportar tanta presión de los grupos que operan en el Catatumbo.
“Ya no era un solo grupo, sino varios grupos delincuenciales, (entre los que se cuentan el Eln, las disidencias de las Farc, así como bandas criminales”, relató.
Por estas circunstancias –dijo- se vio obligado a renunciar y a abandonar el país el pasado 31 de julio, “para buscar un lugar donde protegernos y proteger mi familia. Han sido horas de mucha angustia para mí y mi familia”.
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El mandatario municipal agradeció el apoyo recibido del gobernador Silvano Serrano y confió en que pronto se solucionen estos problemas complejos para otros alcaldes que están viviendo el mismo problema suyo.
“Autoridades competentes no actuaron”
El vocero de la Corporación de Derechos Humanos de Norte de Santander, Enrique Pertuz, lamentó lo sucedido con el alcalde Ider Humberto Álvarez y cuestionó a las autoridades responsables de velar por la protección de la vida, como la Unidad Nacional de Protección, por no haber brindado la atención necesaria a tiempo al mandatario.
Dijo que de las amenazas se tenía conocimiento no solo contra el alcalde de La Playa de Belén, sino contra otros mandatarios del Catatumbo, como el de Tibú, Nelson Leal, y de otros que se encuentran en condiciones difíciles y complejas, en relación con la seguridad de ellos.
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Dijo que este hecho tiene que llamar a reflexionar a las autoridades, porque no puede ser posible que un alcalde elegido popular mente, como Álvarez, se viera abocado a renunciar a raíz de que no contó con las garantías suficientes de las autoridades competentes, “que lo dejaron a merced de los actores armados ilegales”.
Pertuz denunció que no hubo un real y efectivo acompañamiento que le facilitara y garantizara seguir sirviéndole a sus coterráneos. La situación -dijo- se torna más difícil teniendo en cuenta que nos encontramos en un proceso electoral.
“Este es un mal precedente para el departamento Norte de Santander y para la región del Catatumbo, toda vez que el alcalde de Tibú también es blanco de amenazas y se encuentra despachando desde Cúcuta”, subrayó el defensor de derechos humanos.
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Por su parte, El alcalde de Tibú, Nelson Leal, lamentó lo sucedido con su colega de La Playa de Belén. “Es respetable la decisión del alcalde Ider Humberto. Cada uno se hace un autoexamen en el territorio, de las condiciones de seguridad y de la convivencia dentro y fuera del municipio, donde no solo existen dos grupos armados, sino también bandas criminales y grupos delincuenciales por la gran frontera que hay”.
Reveló que los ocho alcaldes que gobiernan municipios del Catatumbo sufren acusaciones y amenazas por redes sociales a nuestras familias y nuestro entorno de trabajo.
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