La malaria o paludismo es una enfermedad transmitida por mosquitos infectados de la especie Anopheles, que se localizan en zonas tropicales, precisando que, a nivel nacional, Norte de Santander es uno de los departamentos que cada año registra varios casos de esta enfermedad, especialmente en la región del Catatumbo.
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Zona en la que recientemente, el Instituto Departamental de Salud (IDS) tuvo que intervenir, ya que fueron notificados de que en un resguardo indígena de la población barí, había personas presentando una sintomatología similar a la de la malaria.
“Nosotros actuamos de manera inmediata y establecimos un plan de contingencia, solicitando permiso a los caciques para ingresar a la zona y ellos accedieron a que enviáramos un equipo extramural, contando con el apoyo de las ESE que cubren a los municipios del Catatumbo y conseguimos médicos, nutricionistas, odontólogos y enfermeras que fueron hasta allá”, explicó Fernando Álvarez, director del IDS.
El funcionario señaló que estuvieron durante dos días en la zona, logrando realizar 143 pruebas de malaria, de las cuales 43 dieron positivas, por lo que el personal médico se encargó de atender de manera especial a esta población, logrando mitigar la posibilidad de propagación de la enfermedad.
Álvarez indicó que lograron aislar a quienes resultaron contagiados y dieron charlas sobre los cuidados que deben tener, precisando que el objetivo es continuar con las jornadas extramurales, pero para esto se requieren los permisos de las comunidades indígenas, situación en la que trabajan para acceder sin inconvenientes a la zona.
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El director del IDS comentó que, aunque a corte del 13 de enero no se presentaban reportes de más casos de malaria en la región, van a desarrollar jornadas de salud en municipios del Catatumbo como El Tarra, Tibú, Teorama, San Calixto y Convención.
Llamado del Ministerio de Salud
El Ministerio de Salud y Protección Social adelanta una estrategia con la que busca eliminar la malaria, mediante el diagnóstico oportuno de los pacientes, antes de las 48 horas del inicio de los síntomas y garantizar su tratamiento dentro de las 24 horas siguientes al dictamen de la enfermedad.
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La cartera de Salud indicó que los síntomas pueden aparecer una semana después de la picadura del mosquito e incluyen: fiebre, dolor de cabeza y muscular, escalofrío, vómito, sudoración, fatiga, y dificultad para respirar.
Por esta razón, pide a las personas tomar precauciones para evitar la picadura de este mosquito: eliminar las aguas estancadas, aplicar repelentes e insecticidas, usar toldillos o mosquiteros para dormir, así como camisas y pantalones largos.
Además, recomiendan evitar las picaduras de mosquitos y zancudos, en especial, entre las 5:00 y las 8:00 de la mañana y las 5:00 y las 8:00 de la noche, que son las horas de mayor actividad del insecto.
“Ante los primeros síntomas, acudir inmediatamente a un centro de salud para un diagnóstico y suministrar al personal médico la información sobre la permanencia en zonas de riesgo de contagio”, precisan.
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Advierten que, a pesar de que muchas personas pueden sentir mejoría cuando inician el tratamiento y abandonan los medicamentos, el parásito continúa en su organismo, por lo que se puede generar una nueva aparición de la enfermedad, así que la mayor recomendación es que se debe terminar completamente el tratamiento ordenado y abstenerse de la automedicación.
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