Más de 600 niños y niñas de Villa del Rosario participaron de un proceso de vaciamiento emocional en sus aulas de clases, actividad que les permitió contar sus miedos, retos y los problemas que afrontan en sus hogares.
Actitud Resiliente es la fundación que, junto a la Alcaldía del municipio rosariense, está liderando este proyecto en el colegio Luis Gabriel Castro, megacolegio La Frontera y en sedes de la institución Presbítero Álvaro Suárez.
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“El proceso se inicia con una intervención salón a salón. Identificamos, de boca de los jóvenes, qué es lo que está pasando con ellos en sus familias y dentro del plantel educativo, como temas de bullying y otros casos”, contó Luis Alejandro Guerrero, representante legal de la fundación Actitud Resiliente.
Los estudiantes plasman sus problemas personales y demás situaciones en carteleras. Después de unos días, la fundación tiene un espacio con los padres de familia para hablar de la actividad que se realizó con los menores.
Por último, se lleva a cabo un espacio entre padres e hijos, en el cual, hablan entre ellos, agradecen, se perdonan y buscan la reconciliación familiar.
“Nos dimos cuenta de que no hacíamos nada si no lográbamos una ruta de atención para darles una salida segura a los casos, ya que empezamos a identificar muchos niños y niñas con depresión, intentos suicidas y violencia intrafamiliar, entonces, gracias al grupo de psicólogos que dispuso la Alcaldía, hay un grupo de personas aptas para recibir todos estos casos que estamos remitiendo”, explicó Guerrero.
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Actitud Resiliente ha atendido y escuchado a más de 600 estudiantes. Tras un filtro y demás medidas en cuenta, identificaron a 60 jóvenes que requieren ayuda psicológica, la cual reciben en el Centro Juvenil de Resiliencia Don Bosco en La Parada.
“El equipo le entrega a los papás una ficha de remisión que ellos llenan para pedir la ayuda y nos la entregan de una vez. Después de tres o cuatro días se les llama para cuadrar la cita, es decir, es inmediato, no hay que esperar a abrir una ruta o algo, porque ya tenemos al equipo profesional que atenderá a cada niño”, indicó el representante legal de la fundación.
La meta es atender a 6.000 jóvenes de Villa del Rosario y llegar a 3.700 núcleos familiares. Asimismo, la fundación espera replicar este programa en las comunas 4, 7 y 8 de Cúcuta.
“Ya logramos hablar con el alcalde Jorge Acevedo y estamos a esperas de la aprobación de él para iniciar el programa piloto de este año, con la idea de comenzar un pilotaje de 4.000 niños y niñas cucuteños para preparar lo que sería una intervención masiva para el próximo año escolar”, expresó Guerrero.
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