El pasado 29 de septiembre se encendieron las alarmas en el Aeropuerto Internacional Rafael Núñez de Cartagena de Indias, cuando el extranjero Ricky Grant Courage, de 32 años, intentaba salir de la ciudad rumbo a Escocia con 1.976 gramos de cocaína que llevaba escondida en su maleta de viaje.
El ciudadano escocés, quien transitaba por el aeropuerto, fue sorprendido por los policías, quienes decidieron realizarle una inspección rutinaria de equipaje internacional, asistida por un equipo de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) y en colaboración con perros entrenados para la detección de narcóticos. Luego de una minuciosa requisa, los perros lograron identificar sustancias dentro de su maleta.
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Inmediatamente, los uniformados procedieron a abrir y revisar la maleta, donde encontraron seis paquetes cuidadosamente envueltos en bolsas plásticas de color negro, equivalentes a aproximadamente dos kilos de cocaína.
Las pruebas fueron el material suficiente para que un juez de Control de Garantías dictara una medida de aseguramiento intramural contra el extranjero, acusado de fabricación, tráfico o porte de estupefacientes. Aunque Grant Courage no aceptó los cargos, el ciudadano con nacionalidad escocesa será recluido en la cárcel San Sebastián Ternera de Cartagena.
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Para tener en cuenta
Los perros antinarcóticos en Colombia desempeñan un papel crucial en la lucha contra el narcotráfico. Estos animales, especialmente entrenados, son utilizados por las fuerzas de seguridad para detectar drogas en aeropuertos, puertos, carreteras y en operaciones de control.
El uso de perros antinarcóticos en aeropuertos es una práctica efectiva para detectar sustancias ilegales. Estos perros se ubican en áreas clave, como puntos de control de seguridad, zonas de embarque, áreas de equipaje y salas de llegadas internacionales.
Su entrenamiento les permite realizar inspecciones de maletas y paquetes, así como controlar a los pasajeros mediante revisiones aleatorias. Cuando un perro indica la presencia de drogas, lo hace mediante comportamientos específicos, como sentarse o tocar con su hocico el área sospechosa.
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