“No se puede salir a la calle. Al escuchar el ruido de una moto pasar por el lado de inmediato genera una zozobra que termina con el corazón acelerado del miedo. Nos toca salir acompañadas y eso, si amerita una urgencia”, así relata una tibuyana, la dura realidad que viven hoy las mujeres en su territorio.
Entre nosotras “nos toca hablar por WhatsApp, a un lado quedaron los encuentros en cualquier sitio. Muchas que son madres no han podido sacar a sus hijos a comer un helado, con eso se podrá imaginar todo lo demás”, añadió otra residente.
Según sus testimonios, la ola de violencia en su contra apenas inicia, pues aseguran que desde hace semanas ronda un listado con nombres y apellidos de 25 mujeres que fueron declaradas objetivo de muerte por parte de los violentos en esa zona.
“No firmaron a nombre de qué grupo armado, pero muchas se fueron del pueblo y dejaron todo. Lo que sabemos es que la mayoría son ciudadanas de Venezuela, aunque también hay gente de acá”, dijo una mujer que pidió reservar su nombre.
Las muertes
Tibú, municipio del Catatumbo con 53.586 habitantes, históricamente ha sido golpeados por la violencia de la guerrilla, paramilitares y todo tipo de bandas criminales organizadas. Además, es la segunda localidad de Norte de Santander con más homicidios, después de Cúcuta.
A esta escalada de muertes, donde la mayoría son hombres, ahora se suman los asesinatos de 8 mujeres, entre abril y lo que va de mayo.
La primera mujer asesinada en esta oleada fue Nelly Avendaño, quien apareció el 5 de abril con impactos de arma de fuego. Su cadáver lo hallaron en el kilómetro 20, en la vía que de Tibú conduce a La Gabarra.
A Nelly se la llevaron hombres armados que la acusaron de cometer un robo, del que su familia aseguró es una mentira.
El miércoles 14 de abril le arrebataron la vida a una mujer en área rural de Campo Dos. La víctima recibió varias puñaladas y quedó tendida en una zona rodeada de cultivos de palma. Vestía camisa blanca y licra verde.
A mediados de abril, la comunidad aseguró a La Opinión que dos mujeres fueron amordazadas y asesinadas a bala. Los cuerpos los encontraron en la trocha La Pica del Dos.
“A ellas las pasaron para Casigua, Venezuela, por eso las autoridades colombianas no las sumaron en las estadísticas (de homicidios)”, dijo una residente de la zona.
En Campo Dos, el 24 de abril, dejaron tendida bocabajo y también con múltiples puñaladas en su cuerpo a otra mujer. El cadáver apareció en un punto desolado de esa zona rural de Campo Dos.
Para la noche del miércoles 28 de abril, Ana Julia Calderón Santos fue asesinada por sicarios en el barrio Barco, casco urbano de Tibú. Fueron cinco impactos de bala los que le propinaron dos hombres que iban en una motocicleta.
Ocho días después, casi a la medianoche del primero de mayo, en un negocio de venta de bebidas embriagantes, asesinaron de tres disparos a Jennifer Gutiérrez, de nacionalidad venezolana, y quien habría sostenido una discusión con un hombre, que finalmente le habría arrebatado la vida.
El caso más reciente tuvo lugar la tarde del martes en el barrio 11 de Febrero. Se trata de Liliana Rincón Ramos, de 39 años, y quien conducía un vehículo cuando fue abordada por un sujeto armado que iba como parrillero de una moto y le disparó hasta dejarla sin vida.
Según se pudo conocer, haber sostenido una relación sentimental con un soldado, habría desatado su muerte violenta.
Piden investigaciones
La muerte de estas ocho mujeres registradas en un lapso de un mes es alarmante si se compara con los dos asesinatos ocurridos en todo 2020, en Tibú, de acuerdo con las estadísticas de Medicina Legal.
Según el instituto forense, en esa población del Catatumbo, durante el 2019, el número de mujeres víctimas llegó a 9, siendo abril uno de los meses en donde no se presentaron casos.
María Fernanda Ovalles Carrillo, secretaria de la Mujer y Equidad de Género del departamento de Norte de Santander, aseguró que ve con preocupación los hechos violentos que se han registrado en Tibú.
“Los crímenes que actualmente vive este municipio está golpeando particularmente a las mujeres que están inmersas en este espiral de violencia en un conflicto que les es ajeno. Desde este despacho hacemos un llamado a las autoridades judiciales para que no permitan que estas muertes queden en la impunidad”, dijo Ovalles.
La funcionaria aseguró que junto al gobernador Silvano Serrano están evaluando las acciones a seguir ante estos hechos, y mientras tanto brindan acompañamiento a las familias de las víctimas.