Djokovic se impuso por 6-3, 6-4 y 7-6 (7/4) en semifinal al joven italiano Jannik Sinner, de 21 años, que en 2022 eliminó a Alcaraz en octavos de Wimbledon.
La final contra él, "todo el mundo sabe que va a ser muy, muy duro", dijo el español. Pero "no es el momento de tener miedo, hay que ir a por ello", afirmó. "Voy a luchar" y "creo que puedo vencerlo aquí", aseguró.
Contra el rocoso Medvedev, Alcaraz desplegó un tenis potente, puntuado por sus famosas dejadas y algún saque y volea, moviéndose sobre la hierba como si lo hubiera hecho toda su vida.
Consciente de que debía "jugar al 100%" contra el español, el ruso corrió devolviendo cada golpe, subió a la red más de lo habitual, lo paseó de lado a lado de la pista. Todo en vano.
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El primer quiebre de Medvedev llegó en el octavo juego, cuando ejecutó mal una dejada que Alcaraz siguió con un tremendo resto.
"Los 36 son los nuevos 26"
En el segundo set, el ruso logró salvar dos puntos de rotura en el tercer juego, pero el genio del español en la volea y otro poderoso resto lo sentenciaron de nuevo. Al final de la manga encajó otra rotura.
En un tercer set demencial, el número tres perdió su primer servicio. Alcaraz cayó con una doble falta en el quinto juego, quebró el saque de su adversario en el siguiente, encajó otras roturas en el séptimo juego y se apuntó un nuevo break en el octavo.