El accidente aéreo del 1 de mayo de 2023 que ocasionó la muerte de tres personas y la desaparición de cuatro menores en la selva del Guaviare durante 40 días, se habría ocasionado por la pérdida de potencia de la aeronave, reveló un informe de la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes de Colombia, conocido este jueves.
Ese día, según da cuenta el informe, el vuelo que cubría la ruta entre el corregimiento de Araracuara (Caquetá) y el aeródromo Jorge González (San José del Guaviare) con siete ocupantes a bordo, presentó una reiterada pérdida de potencia de la planta motriz, lo que ocasionó que se accidentara.
“Cuando la aeronave se encontraba a 100 NM de San José del Guaviare, y con 5,500 pies -de altitud, el Piloto se dispuso a efectuar un acuatizaje forzoso sobre el río Apaporis; sin embargo, al no lograr alcanzar este río, decidió efectuar un arborizaje sobre terreno selvático. El avión se posó aparentemente de manera controlada sobre los árboles y de inmediato se precipitó a tierra de manera casi vertical”, explica el informe.
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Por lo anterior, tres personas murieron y cuatro menores que lograron salir de la aeronave por sus propios medios, deambularon por la selva durante 40 días en medio de una titánica tarea de búsqueda por parte de miembros de las Fuerzas Militares e indígenas.
“La aeronave fue encontrada 14 días después del accidente, el 15 de mayo de 2023. Tres días más tarde, el 18 de mayo, fueron rescatados los cuerpos de los tres adultos fallecidos, y se hizo evidente la muy probable sobrevivencia de los menores de edad al accidente. Después de una intensa búsqueda, que integró recursos significativos, el 9 de junio de 2023, es decir, 39 días después del accidente, los cuatro ocupantes menores sobrevivientes”, agregó el documento.
Según información conocida al momento del hallazgo, los menores Lesly Jacobo Bonbaire, de 13 años; Soleiny Jacobombaire Mucutuy, de 9 años; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4 años, y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, de un año, provienentes de la comunidad indígena muinane, en Caquetá, fueron encontrados tras varias estrategias de búsqueda.
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Por la inmensidad del territorio y sus difíciles condiciones, los grupos de búsqueda se dividieron entre siete a ocho militares e indígenas y se les denominó: "células combinadas de búsqueda".
Además, se usaron potentes reflectores que eran encendidos en las noches y cabinas de sonido y perifoneo terrestre por los cuales se emitían mensajes en medio de la espesa selva donde se adelantaban las labores de búsqueda.
También se lanzaron kits compuestos por agua, suero, bocadillos y dulces para que los niños los consumieran. Y se usaron perros de búsqueda. Uno de ellos, Ulises, fue el primero que entró, pero se enfermó y tuvo que salir de la zona. Al igual que estuvo S---haina y por último Wilson, que se perdió en la selva.