En un 86% se han disparado los casos de malaria en Norte de Santander, lo que ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias del departamento, que trabajan en estrategias que ayuden a contener la propagación de la enfermedad parasitaria, provocada por la picadura del mosquito Anopheles.
En total hay reportados 478 casos al corte del 13 de abril, 221 más que los que habían el mismo período de 2023.
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Los municipios ubicados en la región del Catatumbo son donde se presenta la mayor incidencia de esta enfermedad, principalmente en el municipio de Tibú, donde según boletín del Instituto Departamental de Salud, IDS, se habían reportado 289 casos, 62 más que en el mismo período de 2023, lo que representa un incremento del 27%.
Después de Tibú, Sardinata y Teorama se ubican como las entidades territoriales con más casos de contagio, con 89 y 50 respectivamente, en contraste con los 23 y 3 casos del año pasado; en los casos de Cúcuta y El Carmen, los casos pasaron de 1 y nada a 11 cada uno, mientras que en Los Patios se registraron 5 casos.
En general, en la mitad del departamento se han reportado casos de malaria, siendo la población masculina la más afectada, con el 67% de los contagios; en contraste con el 33% que corresponde a mujeres. En cuanto a la afectación en las comunidades indígenas, suman 76 casos, es decir cerca de un 20 por ciento del total de contagios.
Desde el IDS atribuyen este incremento al aumento del fenómeno migratorio de población migrante, que se ubica en áreas con factores de riesgo en zonas de la región del Catatumbo, lo que aumenta la dificultad para mitigar estos focos.
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Frente a esta situación, se ha implementado como principal estrategia el diagnóstico y tratamiento oportuno, razón por la cual recientemente tuvo lugar la capacitación de un grupo de voluntarios y colaboradores en Tibú para que se sumen justamente a las acciones preventivas.
Con el diagnóstico temprano se busca lograr la atención de los pacientes, antes de las primeras 48 horas del inicio de los síntomas y así garantizar su tratamiento dentro de las 24 horas siguientes al dictamen de la enfermedad.
La malaria o paludismo es una enfermedad transmitida por mosquitos infectados de la especie Anopheles, que se localizan en zonas tropicales. A nivel nacional, Norte de Santander es uno de los departamentos que cada año registra un importante número de casos de esta enfermedad, especialmente en la región del Catatumbo.
Los síntomas pueden aparecer una semana después de la picadura del mosquito e incluyen: fiebre, dolor de cabeza y muscular, escalofrío, vómito, sudoración, fatiga, y dificultad para respirar.
¿Qué hacer para mitigar la propagación de la enfermedad? Lo más recomendable es que las personas eliminen las aguas estancadas, apliquen repelentes e insecticidas, usen toldillos o mosquiteros para dormir, así como camisas y pantalones largos.
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Además, recomiendan evitar las picaduras de mosquitos y zancudos, en especial, entre las 5:00 y las 8:00 de la mañana y las 5:00 y las 8:00 de la noche, que son las horas de mayor actividad del insecto.
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