Definitivamente el actual ministro de Transporte no deja de sorprender, no por sus iniciativas de largo plazo sino por las desesperadas medidas que ha propuesto para bajar la temperatura a las quejas de los motociclistas.
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El martes de la semana que pasó, un día antes de la anunciada presencia masiva de los conductores de motocicleta, salió a los medios de comunicación informando que se rebajaría el valor del SOAT al cincuenta por ciento, para aquellos propietarios de estos vehículos con cilindraje bajo. Incluyó en este grupo a los vehículos de servicio público y otros que dejarán de pagar cerca de dos billones de pesos.
Dado que tremendo regalo no le funcionó para disolver la protesta en camino, anuncia que se exonerará de multas a los moteros, cuya causa de sanción hubiese sido la no tenencia del seguro obligatorio en el período de junio a la fecha.
Las medidas adoptadas por el ministerio, son realmente peligrosas para nuestro sistema de salud, toda vez que el único requisito exigido por el Gobierno es que estos conductores, bajen la accidentalidad. Nada más ridículo se había escuchado en la historia de Colombia, relacionada con temas de movilidad, puesto que las cifras seguirán subiendo y no existirán controles para los abusos que se cometen desde que se sube un “paciente herido” en ambulancia, hasta las muy conocidas epicrisis, generadas en la gran mayoría de los centros de salud que atienden gustosamente a sus clientes del Soat.
Es cierto que han sucedido accidentes de tránsito muy graves, atendidos con cargo al seguro, pero también hay cientos de miles que logran estudios serios a cero costo, porque es criterio de los galenos, ordenar extensas listas de exámenes a personas que sufren alguna raspadura o menos que eso y de ahí que se presume el desangre del sistema, sumado a los accidentes domésticos que son reportados como accidentes de tránsito.
Con respecto a la exoneración del pago de las multas por no portar el Soat, la medida es discriminatoria, toda que vez que son muchos los uniformados que les adelantaron el aguinaldo y son súper felices haciendo operativos porque saben que uno de cinco conductores no han podido obtener el seguro obligatorio y es cuando aparecen cientos de razones para que no sean sancionados.
Lo único cierto de lo anotado es que la probabilidad de que los dueños de vehículos particulares y los tontos que pagaron el registro de vehículos con matrícula extranjera, terminaremos pagando las pilatunas e imprudencias de la mayor parte de moteros, accidentados en las vías públicas.
Todo puede suceder con este ministro y no me extrañaría que para congraciarse con la agremiación, proponga exonerarlos de todas las multas cometidas desde el pasado 7 de agosto, por aquello del perdón social en materia de conducción y así seguirá el camino al caos total, porque ellos ya se dieron cuenta que tienen al funcionario, como se dice coloquialmente: con los calzones abajo.
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