Amables lectores: La gestión del presidente solo produce desánimo en la población. Sigue acumulando desaprobación y el rechazo va en aumento día a día en todos los estratos sociales. No se puede pensar en ser exitoso al querer gobernar, un país con tantos problemas, con muy pocas horas de trabajo semanal. El primer mandatario, sin explicación alguna se desaparece y cuando ocasionalmente está presente en algún evento, es para lanzar críticas destructivas contra el sector de salud, el sector empresarial y contra todo aquel que no esté de acuerdo con sus planteamientos, llenos de ideología pero muy pocas fórmulas solucionadoras de las dificultades.
Por escrito, el presidente, ya ha recibido varias cartas de ex ministros donde le advierten entre otras cosas la grave crisis del sector energético causado por el gran fracaso de gestión de su exministro de minas Irene Vélez, donde su único objetivo fue acabar con el sistema actual, con una Creg, en interinidad acabando con la independencia y autonomía de este ente regulador. En el sector salud a pupitrazos, se aprueba en el congreso una reforma a la salud que carece de consensos. El empleo, en manos de la ministra de trabajo que es la más ideologizada del gabinete, que además de admiradora es una amiga de las ideas chavistas del empleo y una enemiga acérrima del empresario colombiano.
No podemos dejar de citar el ministerio de seguridad y defensa, con un ministro que es un personaje oscuro, con antecedentes que tocan el código penal, en su paso por la administración pública en Guatemala. Se le ha olvidado a este ministro de marras que el derecho colectivo de los colombianos es el poder de vivir en paz. En este gobierno mensualmente salen generales, con máxima frecuencia se cambian ministros, semanalmente hay un nuevo escándalo y así va pasando el tiempo con escasez de medicamentos, inseguridad, vías cerradas, retenes extorsivos, devaluación galopante, inflación en franco crecimiento y la pobreza día a día va en aumento, mientras todo esto sucede el presidente solo muestra, un caudillismo lleno de ignorancia y de una total irresponsabilidad.
Para cerrar con broche de oro, esta semana cuando el mundo no se reponía del brutal ataque de Hamas al pueblo Israelí. El presidente Petro negó el holocausto alemán de la Segunda Guerra Mundial contra los Israelíes y comparó al pueblo judío con los nazis, ofendiendo la memoria de más de seis millones de judíos, victimas del gobierno de Adolfo Hitler. El primer mandatario sin ruborizarse, olvidó que Colombia tiene con Israel relaciones diplomáticas históricas y comerciales. En este País todos manosean el discurso exaltando la importancia de la educación. Según estas palabras la educación es supuestamente, el remedio para todos los males, olvidándose justamente, que la falta de educación del pueblo, es el peor problema nacional. Desde hace años los gobiernos decidieron que en materia de educación, la mejor política es la inacción. Se debe mantener a los representantes sindicales del sector educativo, tranquilos y contentos, dejando en un segundo plano la lucha por la calidad de la educación.
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