En la columna anterior introduje el tema de la descentralización desde las áreas metropolitanas, que plantea de contera, la discusión de la validez de seguir con departamentos. Una vez definida la forma de regionalización centrada en áreas metropolitanas y cuencas, podría pensarse en una autoridad regional, que podría llamarse provincia o similar; las subregiones serían neo-departamentos como complementos del área metropolitana, cuidando mantener racionalidad administrativa y no ampliar la burocracia, ni mucho menos cambiar el centralismo nacional por el regional.
En la cuenca del Pacífico es claro un modelo multipolar de ciudades costeras como Tumaco, Buenaventura o Nuquí, que busque darles fuerza real para que se desarrollen como urbes importantes, superando taras culturales como lo étnico excluyente cambiándolo por una cultura incluyente. No apelar a la lucha de clases, sino a la ética del trabajo y búsqueda del desarrollo sostenible. La cuenca Pacífica debe volverse un atractor neto de inversiones masivas.
La cuenca Caribe debe definirse desde la región metropolitana con eje en el multipolo Cartagena-Barranquilla-Santa Marta, con las áreas metropolitanas, actuales o futuras, de Sincelejo, Montería y Riohacha como complementos de esta. Los departamentos caribes deben entregar sus regiones que pertenecen a la cuenca del Magdalena.
La cuenca del Magdalena es la más larga del interior del país y tiene claramente subregiones en el alto, medio y bajo Magdalena, pero todas con enfoque en la planeación multipolar pero integrada. Esta región se debe abastecer del río Magdalena, de manera sostenible, como fuente de agua potable, con acueductos con visión de cuenca y no de “municipio”, medio de transporte y ruta comercial.
La cuenca de la Orinoquía debe desarrollar su vocación fluvial, pero primero deberían definir como potenciar su baja densidad demográfica. La densidad de población de la región es de 7 habitantes por kilómetro cuadrado que al compararlo con la región caribe, 91, e incluso con el Chocó, 13, llama a una repoblación en una epopeya como la conquista del oeste estadounidense.
El motor serían grandes empresas agroindustriales o de biotecnología que pueden crear pueblos que se potencien como ciudades, con adecuadas inversiones. Si consideramos la densidad de la región caribe, la Orinoquía podría llegar a 20 millones de habitantes.
En la cordillera Occidental, la más importante área metropolitana es la de Cali que incluye municipios del norte del Cauca, por su separación física con la ciudad de Popayán; la región se debería definir desde esta área metropolitana y no desde un departamento. Si se definiera un círculo de 50 a 100 kilómetros desde Cali, esto podría definir la región.
Esta sería a su vez el núcleo conector con la cuenca caucana, equilibrante con la región pacífica.
La cordillera Central está definida principalmente por la región metropolitana del eje cafetero y el área metropolitana del Valle de Aburra. Parte de Antioquia llega hasta el Caribe, por lo que dicha región debería considerarse en conjunto con esa región.
La región paisa es clara, pero hay que saber que pasará con las zonas de los departamentos paisas sobre el Cauca y el Magdalena, que serán a su vez subregiones de la cuenca del Magdalena, que tiene un proyecto regional como viejo sueño.
En la cordillera Oriental están el área metropolitana de Bogotá, que debe considerarse también como región metropolitana y el área metropolitana de Bucaramanga. Una región de altiplanicie llegaría hasta el área metropolitana de Bucaramanga, pero con subregiones en Bogotá, Boyacá y Santander. El área metropolitana de Cúcuta debería considerarse en su condición de región metropolitana binacional, pero definiendo como se distribuiría regionalmente el Norte de Santander.
La Amazonía es un caso más complejo por su impacto ambiental, que además debería considerase como una planificación multinacional, una vez estos países despierten de la resaca mamerta. Estas son solo ideas de lo que podría ser el impresionante futuro (y compleja e inteligente planificación) con una descentralización real y un modelo político hacia el desarrollo. Descentralización o venezolanización, esa es la escogencia.
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