Amables lectores: Es clave educar, para que los jóvenes encuentren alternativas laborales y simultáneamente, las empresas cuenten con el personal idóneo que les permita, en el día a día, ser más competitivos en un mercado altamente disputado.
La educación dual, comenta Julián Domínguez, es una gran opción para conjugar educar con trabajar, porque no solo se enseña en el aula sino en la empresa. Se consigue con esta dualidad educativa, ciclos de formación más cortos, tres años aproximadamente y no los cinco que conlleva hoy la educación tradicional. Lo anterior permite efectivamente, dar respuesta en corto tiempo a las necesidades de capital humano del sector productivo.
Con la educación tradicional el 70% de los empresarios han manifestado tener dificultades para encontrar el talento humano necesario que se integre con facilidad a los diversos procesos productivos.
Países desarrollados como Alemania y Suiza, han logrado altos niveles de productividad impartiendo educación dual. Los estudiantes desarrollan sus conocimientos, habilidades y capacidad de aprender en escenarios de la vida real.
El desempleo juvenil llegó a un 18,2%, lo que demuestra la existencia de personal que con educación dual podría acceder a ser empleado. Es necesario masificar el modelo de educación dual porque estamos convencidos que esta ayuda a la generación de oportunidades para la juventud y al progreso del país. Son necesarios para lograrlo que instituciones de educación superior acompañen y promuevan este tipo de formación.
“Hoy generar empleo es lo importante.” Con esta premisa damos una voz de alerta sobre el impacto económico y social si se realiza una Reforma laboral que no ha sido acordada con los gremios, ni definido su costo fiscal. Los daños podrán ser irreparables en la formalización laboral y fracasará la creación de nuevos empleos.
Los empresarios, según lo manifiesta Camilo Sánchez, no están en contra de realizar mejoras sino que exigen que estas, estén basadas en estudios técnicos y totalmente alejadas de sesgos ideológicos o políticas como se observan en las reformas presentadas a la salud y a las pensiones.
Si se quiere mejorar se debe ser muy asertivo en la reforma, si se quiere obtener éxito. Es lamentable que se tenga la intención de autorizar el derecho a la huelga en los servicios “públicos esenciales”, contraviniendo los principios constitucionales. Los límites fijados por la constitución tienen como objetivo evitar que eventuales conflictos laborales afecten injustamente a toda la ciudadanía.
Suena muy populista aumentar el número de horas extras y su precio, disminución de horas semanales trabajadas, pago de dominicales y festivos y otras propuestas que solo producen recorte en la posibilidad de la creación de nuevos puestos de trabajo y aumento de la brecha entre trabajadores formales e informales.
Con estas medidas populistas condenamos al país a mantener cifras de desempleo de dos dígitos y de crecimiento de uno solo.