Pocas cosas le salen bien por estos días al presidente Duque, o realmente casi ninguna. Frente a este descomunal caos que vive el país por cuenta de las protestas y los bloqueos que nadie sabe en que van a terminar, el gobierno seguramente tratando en algo de mejorar su deteriorada imagen, expide la resolución 746 con la que autorizaba la apertura gradual de la frontera, el paso peatonal, pero con lo que no contaba era con “El portazo” de Maduro quien manifestó que de parte de Venezuela no se permitiría el paso porque no se hizo de forma acordada entre los dos países. Hasta con los mismos argumentos de rechazo Maduro tuvo oportunidad de burlarse de Duque, del gobierno colombiano: “En Colombia la pandemia ha generado un fuerte impacto, mientras que nosotros aquí en Venezuela la tenemos controlada”. ¿Qué le puede estar cobrando el presidente de Venezuela a Duque con esta salida que parece una comedia, en lo que se ha convertido la apertura de la frontera?
A mi juicio podrían existir dos explicaciones. La primera pudiera ser la nueva política internacional de Biden hacia Venezuela, que favorablemente ha sorprendido hasta al mismo Maduro, en razón a que resulta cada vez más evidente que Estados Unidos está abriendo canales de conversación directa con Venezuela. En otras palabras, esa percepción que tenían muchos, especialmente en tiempos de Trump, en cuanto a que Estados Unidos podía llegar a invadir al país vecino, con Biden ese rumor desaparece totalmente. Esta realidad cambia totalmente el juego político. Maduro, que podrá ser dictador, ladrón, “Castrochavista”, y todo lo que se le quiera agregar, entiende que ahora Duque se encuentra aún más solo que nunca, por lo menos en el plano internacional, en el de la visión de USA sobre las diferencias entre Colombia y Venezuela. De alguna manera Biden con esa actitud le está dando implícitamente un apoyo a Venezuela, y de paso con ese gesto aprovecha para cobrarle la otra ingenuidad de este gobierno, la de tratar dizque de influir en las elecciones en favor de Trump. Muy probable. Lo cierto es que aquí el ganador ha sido Maduro.
Esta puede ser una hipótesis muy probable, y por ello Maduro se da el lujo ahora de burlarse de Duque, y de qué manera. Muy lamentable como se han frivolizado las relaciones entre los dos países, como resultado de dos presidentes ineptos en el manejo de una frontera. Entre ellos ha imperado más la vanidad y la torpeza. Inicialmente Duque en esa ingenua apuesta de tratar de tumbar a Maduro, en apenas unas pocas horas como lo señalaba, y ahora este último que debe estar por estos días deleitándose viendo las imágenes por televisión de la profunda crisis de nuestro país, que sin duda habrá hecho contactos y enviando dinero a vándalos para apoyar bloqueos.
Y viene la otra explicación que guarda relación con lo primero: que si Maduro hubiere sido de alguna manera reconocido por el gobierno colombiano para la apertura de la frontera, Venezuela no se habría opuesto. Es decir, si Colombia reconoce que el presidente no es Guaidó sino Maduro, muy seguramente los protocolos de apertura ya se habrían activado. Se sigue jugando con la frontera, tanto del uno como de otro lado. Antes del cierre circulaban 50 mil personas por los dos puentes. La revista Portafolio reseñaba por estos días que de manera regular habían circulado apenas 803. La sola foto en primera página que mostraba el periódico el Tiempo por estos días, cuatro personas trasportando un ataúd por el puente Simón Bolívar de Colombia a Venezuela, muestran la magnitud de la tragedia. La torpeza en la que han incurrido los dos gobernantes nos ha costado mucho, y también resulta evidente que ahora hay que esperar el nuevo presidente, a ver si la frontera se normaliza, mientras en los próximos meses veremos más h
umillación en las trochas.