En la evaluación de la VI Convocatoria de Estímulos de la Secretaría de Cultura del municipio de Cúcuta dije lo siguiente:
Los resultados de la VI Convocatoria de Estímulos de la Secretaria de Cultura del Municipio de Cúcuta configuran un hecho sobresaliente en la vida regional. Son la expresión de personas que encuentran oportunidad de visibilizar su talento creador o de emprendimiento.
Y no es que los trabajos enviados como respuesta a la convocatoria sean obras de consagración. En esas propuestas hay variedad de niveles en cuanto a calidad, pero es alentador ese comienzo. Pueden corresponder a ejercicios iniciales, pero son la semilla que con el tiempo fructifican con creces.
Los cuarenta cuentos que me correspondió evaluar coinciden en la demostración de una visión narrativa adobada de ficción. Los temas responden a entornos con los cuales se establece una relación de identidad existencial. Hay fibra creadora y predomina la intención de que sobresalga lo positivo de la existencia.
Los estímulos ofrecidos por la Secretaría de Cultura bien podrían complementarse con cursos de capacitación sobre escritura. También los colegios pueden contribuir con programas aplicados al fomento de la lectura. Este debe ser un hábito sostenible, pero con la previsión de seleccionar obras que aporten entusiasmo y conocimientos hasta alcanzar resultados de fortalecimiento de la savia que nutre la literatura en sus diferentes posibilidades.
La escritura, para referirse a una de las categorías previstas en los estímulos, debe ser un ejercicio con disciplina y conocimiento. Se necesita no solamente vocación o inspiración sino también condiciones que garanticen el correcto uso del lenguaje, a fin de que cuanto se produzca tenga coherencia y claridad. Es una lección del legado de los llamados clásicos, los que le dieron a la literatura una entonación perdurable, diáfana, irrigadora de emociones y de saberes.
Los estímulos son un valioso incentivo para la cultura. Configuran entornos de creación. Su continuidad debiera ser una política oficial articulada a los procesos formativos de las personas.
Una comunidad articulada a la cultura, con creadores en las artes literarias o visuales, con gestores que jalonan iniciativas para el mejoramiento de las condiciones de vida, puede asumir su travesía existencial libre de incertidumbres. Por lo cual se debe insistir en la consolidación de las ofertas, con ampliación de su cobertura. Eso contribuye también a la paz, al reconocimiento de derechos y a la generalización de una identidad incluyente, como debiera ser, por encima de prejuicios, de exclusiones y de tantas otras conductas deleznables, contrarias a la razón de ser de la vida.
La administración municipal actual tiene ganado el reconocimiento público por este programa de Estímulos. Su continuidad debiera darse sin mayores rodeos, como contribución a los objetivos ya definidos. Es una institución que suma valores y le da alas al talento creador.
Con una buena comprensión de la cultura en el desarrollo social, Patricia Omaña ha sostenido este programa de Estímulos. No hay que permitir su desmonte. O sea, la Administración que empieza nuevo período en 2024 está llamada a comprometerse en la continuidad. Es para el bien colectivo, sobre lo cual no debiera existir discrepancia alguna, dada su justificación.
Puntada
Insisto. A cuatro meses de las elecciones regionales debe aplicarse un revelador reflector sobre los candidatos que están en las barajas. Se trata de acertar para la protección del bien común.
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