Si alguien me preguntara sobre la utilidad de la inteligencia artificial como herramienta de ayuda para los estudiantes universitarios, respondería inmediatamente que me parece aceptable, aun cuando muchos otros expertos y entendidos en el tema podrían considerar que es dañina. Particularmente la compararía con las armas de fuego, ya que, pueden ayudar a las personas a defenderse de un agresor, pero también, servir a un delincuente para cometer un crimen, por lo tanto, lo que importa es quien la tenga en la mano.
Ahora bien, por mucho que nos opongamos, no podremos impedir de ninguna manera que la ciencia utilizada por la gente común, avance, sobre todo si tiende a facilitar las cosas y a generar diversión o entretenimiento, así que al final de cuentas, la inteligencia artificial se va a imponer y cada vez será más útil y necesaria.
Sin duda esta herramienta tiene sus ventajas y desventajas, y como lo he mencionado en un principio, debe ser solo una ayuda, así que el estudiante perezoso la utilizará para dedicarse más a la pereza y el estudiante responsable sabrá sacarle el mejor provecho, disponiendo de más tiempo para dedicarse a otras tareas, mientras que el otro ni revisará el trabajo final, y correrá pronto a seguir viendo sus redes sociales.
Pero todos ellos pueden beneficiarse de la inteligencia artificial (IA) en sus estudios universitarios, porque no es solo una herramienta para automatizar tareas o resolver problemas complejos, también se puede utilizar para administrar mejor las horas cuando de buscar información para un trabajo se trata, esta aplicación revisa muchas páginas y hace un resumen, que luego se debe leer, corregir y complementar, siendo esta la parte que muchos se saltan.
Sin embargo, hay una gran diferencia: el ciberespacio usa inteligencia artificial, mientras que el estudiante usa inteligencia humana, y tiempo humano. ¿Y si algunos estudiantes ya están usando inteligencia artificial para hacer sus trabajos académicos? ¿Sería justo, ético o beneficioso?
Estoy convencido de que la principal desventaja es que la inteligencia artificial puede afectar negativamente al desarrollo cognitivo de los estudiantes. Al usar un programa que les resuelve las dudas, les genera los textos o les hace los cálculos, los estudiantes se ahorran el esfuerzo de pensar, razonar y crear por sí mismos. Esto puede provocar que pierdan habilidades intelectuales, que se vuelvan dependientes de la tecnología, y que no desarrollen su pensamiento crítico y creativo, porque de seguro terminará atrofiando su “mente”, que aunque no lo parezca, es diferente al “cerebro”.
La IA también deshumaniza la educación. Los estudiantes pierden el contacto humano con sus profesores y compañeros, lo que afecta su desarrollo emocional, social y moral.
En conclusión, parece que hasta el momento, el uso de la IA en los estudiantes universitarios tiene más desventajas que ventajas, por lo menos para las tareas creativas, porque en ese aspecto cada quien tiene su estilo, el cual debe ir desarrollando a medida que escribe y escribe, algo que identifica a cada uno de nosotros cuando emitimos una opinión.
Así que esas tareas donde se pide “escriba un ensayo de lo que hizo en las vacaciones”, no tiene cabida todavía en la IA, porque las emociones y la intensidad de los recuerdos son propios de cada quien y es un proceso que puede considerarse “espiritual”. Por eso, aunque estoy de acuerdo en que es una herramienta facilitadora, los estudiantes deberían usarla con moderación, responsabilidad y criterio, y no dejar que sustituya a su propia inteligencia humana. Después de todo, ¿qué gracia tiene ser un estudiante si no se puede disfrutar del proceso de aprender?