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¿Qué pasa con el poder del Concejo de Cúcuta?
Los cucuteños solemos creer que nuestro Concejo municipal no sirve para nada, porque no responde a su naturaleza administrativa.
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Sábado, 30 de Mayo de 2015

La ineficiencia del Concejo de Cúcuta salta a la vista. Una de sus funciones principales, el control político, se la pasan por la faja. Por eso, los cucuteños solemos creer que nuestro Concejo municipal no sirve para nada, porque no responde a su naturaleza administrativa ni de veedor político.

De acuerdo con la Constitución Política, los concejos municipales tienen la función de ejercer el control sobre la administración local. Se les dotó con la moción de censura en contra de los secretarios de despacho del alcalde por desatención a las citaciones del Concejo o por el mal desempeño en el ejercicio del cargo.

La moción de censura debe ser propuesta por la mitad más uno de los miembros que componen el Concejo Municipal, y la votación se hace entre el tercero y el décimo día siguientes a la terminación del debate, con audiencia pública del funcionario respectivo. Su aprobación requiere el voto afirmativo de las dos terceras partes de los miembros que integran la corporación. Una vez aprobada, el funcionario quedará separado de su cargo.

No obstante, si el Concejo Municipal tiene el poder legítimo de hacer rendir cuentas a los secretarios de la alcaldía y de sacarlos de su cargo cuando estos no hagan bien su trabajo, ¿por qué ninguno de ellos ha perdido su puesto?, o peor aún, ¿por qué se dan el lujo de no asistir a las citaciones de quienes han sido elegidos por los cucuteños para que los vigilen?

Si para nadie es un secreto que la movilidad en Cúcuta es un caos, que las escuelas públicas funcionan en pésimas condiciones, o que el alumbrado público en muchas zonas de la ciudad es deficiente, ¿por qué los concejales no han tomado las medidas correspondientes para castigar a los funcionarios responsables de dichos problemas?

En el mes pasado, La Opinión señaló que: “solo cuatro controles políticos, de los veinte que programó el Concejo a los secretarios y directores de oficina del gabinete de Donamaris Ramírez desde el pasado 16 de marzo, se han podido llevar a cabo hasta hora”.

Adicionalmente, según el presidente de la corporación, Eduardo Antonio Gerardino, las rendiciones de cuentas no se han realizado por excusas a última hora de los secretarios, por incumplimiento de los mismos, o porque los informes de gestión llegan muy tarde a manos de los concejales. Entonces, si los concejales son conscientes de que no les están respetando su posición, ¿por qué no utilizan el poder político que los ciudadanos les han otorgado para frenar esta falta de respeto?

Muchos cucuteños no hemos entendido que el alcalde y sus funcionarios no son los únicos culpables de la ineficacia e ineficiencia de la Alcaldía. El Concejo también es responsable de que en Cúcuta la plata de los impuestos no se vea por ninguna parte.

Los 19 concejales también son elegidos popularmente, y son ellos quienes en un contacto más cercano con las diferentes comunidades de Cúcuta representan un verdadero equilibrio de poderes.

Un equilibrio que en Cúcuta no existe, porque los concejales le permiten al alcalde y a sus funcionarios hacer lo que les plazca.

*Ingeniero Industrial con opción en Ciencia Política de la Universidad de los Andes. @gomezsebastianf

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