Hace casi 35 años, las primeras personas desplazadas de distintos municipios de Norte de Santander, más exactamente del Catatumbo, llegaron a unos lotes baldíos que hoy componen el barrio Brisas de los Molinos y allí iniciaron una invasión que 10 años después, el 20 de julio de 1997, se convertiría en un barrio legal y que con el fruto de mucho esfuerzo, tendría lo mínimo para brindarles calidad de vida.
“Esto era una zona roja, acá se veía de todo, entraba de todo, no sabíamos quién era quién ni de qué grupo armado eran, luego empieza a crecer, las personas hacían sus ranchitos de paroy, luego de madera, el agua tocaba traerla desde Aeropuerto, Trigal del Norte o Virgilio Barco al hombro y en ‘pimpinadas’, el agua no llegaba, era un sector muy pequeño y se decía que iba a ser una urbanización, porque tenían el proyecto de las viviendas en el Trigal”, contó la presidenta electa de la Junta de Acción Comunal (JAC) y una de las fundadoras del barrio, Irma Wichada.
Las tierras invadidas tenían dueña, pero estaban muy endeudadas, por lo que negociaron con ella para pagarlas y que finalmente no hubiese problema por habitar allí, y lo lograron.
Cada uno de los vecinos instaló su alcantarillado y acueducto, entre todos, con palos y bombillos montaron su alumbrado público, cada quien pavimentó un pedazo de su cuadra y así empezaron a crecer hasta lograr la llegada de la empresa de energía eléctrica.
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Luego, al ver que llegaba comunidad pobre que no tenía para comer cada día, se gestionó la creación de un comedor comunitario con apoyo de la ONG Corambiente.
“La ONG nos regaló una parte y se construyó el salón en el que se alimentaban 500 familias entre las que estaban personas de poblaciones vulnerables como víctimas de desplazamiento, personas con discapacidad y adultos mayores. Así fuimos creando todo y ahora el comedor está en cuidados intensivos porque no se ha gestionado para seguir con el proyecto que yo quiero impulsar de nuevo”, expresó la líder comunal.
Ahora, a punto de cumplir sus 25 años con personería jurídica, esperan que la administración municipal ponga los ojos en ellos para atender sus necesidades.
Entre las problemáticas que más se destacan está la pésima malla vial que nunca ha sido intervenida de forma profesional por las entidades gubernamentales correspondientes, la inseguridad, los servicios de alcantarillado y acueducto, la cancha está en obra negra y la necesidad de tener un parque infantil y biosaludable para la recreación y el deporte de grandes y chicos.
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“Este barrio está muy abandonado por las empresas y dependencias de la Alcaldía como la Secretaría de Infraestructura, tanto será que incluso le he pedido al alcalde, Jairo Yáñez, que nos visite, me dice que viene al cumpleaños del barrio que será el 20 de julio, ese día lo pasearé para que él se dé cuenta que este es un camino de herradura”, precisó Wichada.
Sobre las vías
Las vías que fueron hechas por la comunidad están en pésimo estado, según explicó la líder comunal, el 90% del barrio tiene las calles pavimentadas y están en pésimo estado y el 10% restante falta por pavimentar, lo que quiere decir que no hay ni una sola vía que no necesite arreglos.
Desde la Secretaría de Infraestructura respondieron que la comunidad debe hacer una la solicitud por medio del canal oficial para ello, sin embargo, ya se hizo el reporte de la situación y analizarán el tema de la vía principal que no ha sido pavimentada nunca.
El otro dolor de cabeza
En este sector de la Comuna 6, los atracos son comunes, Wichada contó que roban motos, celulares, entre otras cosas y esto se ha intensificado en los últimos años.
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El secretario de Seguridad Ciudadana, Alejandro Martínez, manifestó que en el barrio se hace presencia y que las situaciones que se presentan están asociadas al consumo de estupefacientes.
“Se han fortalecido las acciones alrededor y hay unas campañas que llevaremos a este barrio y los barrios aledaños en materia de prevención con Ejército, Fiscalía y Policía, principalmente”, señaló el funcionario.
Servicios deficientes
Desde hace 5 días, la gente el barrio está sin agua y el sistema de alcantarillado aún es deficiente, según contó la líder, las redes necesitan un cambio total y que desde Aguas Kpital han intervenido en algunas zonas y quedaron por intervenir otras.
Desde la empresa de servicios no emitieron respuesta alguna sobre la situación.
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Una invitación
La presidenta electa de la JAC invitó a las comunidades a asistir a la celebración de los 25 años del barrio el próximo 20 de julio, para eso días, realizará una feria, como todos los años.
“Siempre hago pequeñas ferias con madres cabeza de hogar que tienen emprendimientos, vendedoras de pasteles, empanadas, hayacas, las que cosen, se le da la oportunidad a la misma gente del sector, cosas que la alcaldía debería hacer, pero nos toca a nosotros”, finalizó Wichada.
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