Tras cuatro meses de asistencias técnicas y acompañamiento psicosocial, la Alcaldía de Cúcuta, a través de la Secretaría de Posconflicto y Cultura de Paz, concluyó el proyecto de ‘Unidades Productivas 2021’ y entregó insumos por un valor cercano a los $677 millones a cinco asociaciones de víctimas del municipio, dos del área urbana y tres de zona rural, las cuales participaron de una convocatoria pública abierta que se realizó en junio.
“El objetivo de esta entrega es fortalecer sus actividades productivas, aportar al mejoramiento tecnológico y al funcionamiento organizacional de cada negocio, como lo he repetido en múltiples oportunidades, no dar el pescado, sino enseñar a pescar”, manifestó el alcalde Jairo Yáñez.
‘Unidades Productivas’ es un proyecto integral que, además de los insumos, la maquinaria y los equipos físicos entregados, brindó asesoría técnica y tecnológica, así como acompañamiento psicosocial a más de 200 personas logrando mejorar su calidad de vida.
“Lo que hicimos este año fue un trabajo completo en el que analizamos y revisamos con detalle las necesidades que presentaba cada asociación, según nos indicaban los profesionales de distintas áreas como zootecnistas e ingenieros ambientales, que brindaron acompañamiento y capacitaciones durante estos cuatro meses”, afirmó Elisa Montoya Obregón, secretaria de Posconflicto y Cultura de Paz.
Destacó que lo que buscan es fortalecer las capacidades instaladas en los emprendedores cucuteños y apoyarlos con la materia prima que necesitan para empezar a construir negocios sostenibles en el tiempo.
Entre las asociaciones beneficiarias de la zona urbana se encuentran Amuvicarc y Unidos por un Mismo Fin; y de la zona rural: Asomupal (corregimiento de Palmarito), Asomupvea (corregimiento de Palmarito) y Asocapal (corregimiento Buena Esperanza).
Para Adriana Barragán, representante legal de ‘Unidos por un Mismo Fin’, esta es una gran oportunidad. “No fue nada difícil. Ya después empezamos a recibir asistencias técnicas en la parte digital, también tuvimos atenciones con psicólogos y capacitaciones en temas de emprendimiento. Yo invito a las otras asociaciones a que estén pendientes de las convocatorias, los requisitos no son muchos ni complejos”.
Otro caso de éxito fue el de la vereda El 25, donde por medio del proyecto de gallinas ponedoras los campesinos de esta zona rural de Cúcuta recibieron, por parte del Comité Internacional de la Cruz Roja, 360 aves que les permiten garantizar la seguridad alimentaria y generar sus ingresos propios.
“Ahí nuestra labor fue brindar asistencia técnica en sanidad, manejo y hacer seguimiento en los procesos de alimentación para que los beneficiarios puedan reemplazar el alimento tradicional de las gallinas por otras alternativas que se encuentran en la zona como el palmiste (originario de la palma de aceite) y la harina de yuca”, sostuvo Cristian Quintero, zootecnista de la Secretaría de Posconflicto y Cultura de Paz.
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