Una problemática constante que viven los residentes de El Desierto es la falta del alumbrado público, pues -según la comunidad- esta situación ha desencadenado muchos robos nocturnos y el consumo de sustancias alucinógenas por parte de los habitantes de calle.
El barrio, que debe su nombre a la desolación del terreno y a la gran cantidad de cactus que había cuando los primeros pobladores llegaran a establecerse en ese punto de la Comuna 8 de Cúcuta, queda completamente a oscuras en las noches, permitiendo un aumento en la inseguridad.
“A nosotros nos da miedo transitar durante las noches, porque aquí es muy solo todo, y nos da miedo que nos roben”, comentó Alejandro Galvis, residente del sector, quien también aseguró que dicha situación se replica en los barrios aledaños como Los Almendros y otros que se encuentran sobre la Avenida Kennedy.
Según Fabián Rojas, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), los habitantes de calle aprovechan esta situación para consumir sustancias alucinógenas en la oscuridad del barrio, y a propósito, han dañado algunas luminarias para que la problemática persista y ellos puedan hacer de las suyas.
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El líder comunal a su vez agregó que, “a pesar de que en los dos sectores que conforman el barrio no hay luz, sí le cobran a uno el alumbrado público, lo que afecta a todos y cada uno de los 100 residentes de El Desierto”.
La situación ha llegado a tal punto, que los únicos residentes que dejan abiertas las puertas de sus casas en la noche, pero con las rejas cerradas, son los que tienen tiendas.
Sin proyectos
En diálogo con La Opinión, el Consorcio de Alumbrado Público San José de Cúcuta (SJC) informó que no hay ningún proyecto de remodelación de las luminarias para ese sector, por lo tanto, los residentes del barrio El Desierto tendrán que seguir viviendo a oscuras.
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