Enero y febrero fueron dos meses satisfactorios para la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), pues según el coronel Javier Barrera, comandante (e) de esa unidad, en los primeros 59 días de 2017 capturaron a 1.003 personas por diferentes delitos.
Esas acciones policiales se lograron gracias al trabajo diario que llevaron a cabo los 1.600 uniformados que tiene la Mecuc patrullando las calles de Cúcuta y el área metropolitana.
Las cifras revelan que 17 personas fueron aprehendidas cada día, agregó el oficial.
Según las estadísticas de las autoridades, 949 de los detenidos fueron adultos, mientras que 54 aún no habían cumplido la mayoría de edad.
Poco alentador
Sin embargo, la satisfacción no es tan grande cuando se analiza a fondo cuántos de esos capturados hoy tienen una medida de aseguramiento.
Las cifras demuestran que solo el 13,8 por ciento de los capturados está en prisión o tiene detención domiciliaria.
Lo que quiere decir que, 138 detenidos fueron cobijados por una medida de aseguramiento, mientras que 865 fueron dejados en libertad porque un fiscal o un juez consideró que no había méritos para llevarlos a la cárcel.
Una fuente judicial explicó que el trabajo de la Policía es capturar y dejar a disposición de la Fiscalía. El ente acusador es el que determina si es factible llevar a la persona ante un juez o no, “pero cuando el detenido llega hasta los estrados, es el juez el que decide si le aplica una medida de aseguramiento o no”, agregó la fuente.
El coronel Barrera sostuvo que “pese a esto, nuestro trabajo diario no se detiene, nosotros somos policías porque nos gusta hacer cumplir las leyes y para eso fuimos formados”.
Cómo se organizan
El comandante (e) de la Mecuc explicó que todos los lunes se reúnen los oficiales y suboficiales a planear el trabajo de la semana.
“Nosotros hacemos un comité estratégico que empieza a las 5:30 de la mañana, donde reunimos a los comandantes de CAI, de estaciones, de distritos y de unidades. Ahí analizamos todas las estadísticas de capturados, de todos los delitos y los sitios donde se vienen cometiendo. Se verifica todo lo que se tiene y se planean los trabajos diarios; también se trazan las investigaciones”, sostuvo.
Y agregó: “cuando ya tenemos todo eso, los comandantes deben hacer una apreciación de lo que viene pasando. Por eso ahí podemos sacar resultados como en qué motos se movilizan los bandidos, si son venezolanas como las Bera o las tipo GN. Se establece qué tipo de carros o motos están robando más y por qué. Se sabe cuáles son los móviles de los homicidios y se construyen los perfiles de las víctimas y victimarios”.
El oficial precisó que a raíz de esa planeación y de los encuentros con líderes comunales, hoy tienen programas como parques seguros, plan semáforos, puestos móviles, intervención a las comunas.
Las autoridades también esperan implementar el plan de comunidades seguras, el cual tendrá como aliada a la administración municipal.
Variación de estrategias
El alto mando policial señaló que casi todas las semanas tienen que variar las estrategias porque los delincuentes también cambian su accionar.
“Antes los bandidos andaban en moto de a dos, en estos momentos ya casi no es así. Ahora podemos ver tres delincuentes en tres motos, pues así les es más fácil para escapar y no despiertan tantas sospechas. Ellos van analizando a la Policía y van mutando la forma de delinquir”, manifestó el oficial.
Ante este panorama, la Policía Metropolitana busca el apoyo de la comunidad para que alerte a las unidades cuando vean algún sospechoso o denuncien cuando sean víctimas de cualquier delito.
“Nosotros estamos fortaleciendo el trabajo investigativo, porque qué sacamos capturando a todos esos bandidos si 36 horas después quedan libres. Los delincuentes y criminales son los mismos, como se ha podido ver, por eso se fortalece el trabajo con la Fiscalía”, puntualizó el comandante (e) de la Mecuc.
‘Hace falta un plan integral de seguridad’
Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar, aseguró que un análisis hecho durante 2016 les arrojó como resultado que a los venezolanos no los pueden culpar de todo lo que sucede en Cúcuta y el área metropolitana.
“Ahí tuvimos cinco fuentes de información que nos arrojaron los resultados y quedó claro que los venezolanos que vienen a la ciudad no tienen la culpa de todo, como lo han querido hacer ver en muchas oportunidades”, señaló el defensor de derechos humanos.
Progresar se centró en delitos como homicidio, amenazas, desaparición, masacres, desplazamiento, panfletos, extorsiones, secuestros, grafitis y enfrentamientos con la fuerza pública.
“Miramos quiénes fueron los responsables y eso nos arrojó un mapa de actores, revelando quién está cometiendo esos delitos. Todo está centrado en solo Cúcuta. Sabemos que todo eso refleja un control territorial. En Cúcuta solo se salvan dos comunas: la 2 y 5, en el resto están delinquiendo el Clan del Golfo, Los Rastrojos, el Epl (Los Pelusos) y el Eln”, explicó Cañizares.
El estudio también le mostró a Progresar que en la capital de Norte de Santander hace falta una estrategia integral de convivencia y seguridad ciudadana.
“Acá todo no se puede arreglar con el garrote, por eso le vamos a entregar ese documento del análisis al Gobierno para que construyan una estrategia clara”, sostuvo.
Y agregó: “para aplicar esa estrategia se deben tener en cuenta una eficacia y una transparencia en el accionar de la fuerza pública. Desarrollar planes de erradicación de la pobreza, miseria, desempleo e informalidad. Además de una transparencia en el manejo de recursos públicos”.