Los habitantes del barrio El Callejón de Cúcuta, ubicado cerca de la Terminal de Transporte y el barrio La Merced, donde reparan vehículos y venden repuestos automotrices, se han tenido que acostumbrar a ver el espacio público ocupado por mecánicos que desarman o arreglan automóviles en plena vía pública.
Los vecinos denunciaron que esta costumbre de desbaratar los automotores “se está saliendo de control”. El motivo que reboso la copa fue el desarme de alrededor de seis carros, todos de color verde, que fueron atravesados en plena avenida por donde transitan cientos de vehículos y busetas en este populoso sector.
Los ciudadanos comentaron que les pareció una falta de respeto la cantidad de autos atravesados superando todos los límites.
Lea más: La UFPS, sede de importante simposio internacional de derecho
En un recorrido de La Opinión por la avenida 6 entre calles 3 y 4 se recogieron las continuas quejas de los conductores que se movilizaban por esta avenida. Los choferes gritaban en contra de las personas que estaban desguazando los carros diciéndoles que los movieran de allí, porque estaban generando trancón.
Un trabajador, que prefirió omitir su nombre y tiene este oficio como su fuente de ingresos, explicó que ellos compran los carros viejos que están abandonados para desarmarlos y vender a precios económicos las partes que quedan en buen estado.
Subrayó que su trabajo es buscar estos carros y revenderlos por partes.
Le puede interesar: Cúcuta participa en el Simulacro Nacional de Respuesta a Emergencias
“La idea de este trabajo es que cuando la gente necesite un repuesto lo pueda conseguir acá con nosotros a un precio económico. Por ejemplo algunos repuestos que en almacenes cuestan doscientos mil pesos uno pide setenta mil, quedando mucho más económico y eso es un beneficio para toda la ciudad”, considera el trabajador.
Un evento fue el motivo
Acerca de los carros verdes explicó que fueron los del evento del Monster Truck (show de automóviles gigantes que aplastan otros vehículos) y que esos carros fueron retirados del estadio General Santander a las 3:00 de la mañana. Aunque la idea era desarmarlos adentro del taller, por la hora no fue posible.