En Cúcuta funciona desde hace nueve años la tienda de ropa Lina’s Closet Shop, cuyo objetivo principal ha sido aportar al cuidado del medio ambiente a través de la moda circular, dándole una segunda oportunidad al vestuario.

La cucuteña Lina Garcés, fundadora y actual gerente, desde 2016 cuando inició esta idea de negocio que conoció en Francia -donde tiene gran acogida- su propósito fue comenzar a establecer en la capital nortesantandereana esta misma cultura a través de una plataforma que permitiera alargar la vida útil de los vestidos, blusas, pantalones, bluyines, etcétera.

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“Yo buscaba conectar a las personas con las prendas de segunda oportunidad, no solamente que la compraran, sino que vivieran la experiencia, primero de poder tener ese aporte al medio ambiente y generar la conciencia de lo que está pasando con el sector de la moda y, en segundo lugar, poder ser asesora de imagen ayudando a conectar el ser con el parecer”, señala Lina.

Moda circular

Durante los últimos años, la moda circular se ha convertido en una iniciativa para dinamizar las cadenas productivas en ese sector, reducir el consumo de recursos naturales, fomentar el crecimiento verde y sostenible, disminuir la generación de residuos textiles, al igual que promover la producción y el consumo responsable con el planeta.

“Todo esto implica que las prendas no caigan en un basurero, teniendo en cuenta que el sector moda es el segundo que más contamina con dióxido de carbono. Cuando las prendas llegan a la basura posteriormente son quemadas generando grandes afectaciones en el aire, al igual que los procesos de lavado de bluyines, por ejemplo”, advierte Garcés.

Lo que busca esta iniciativa es que la ropa circule en varios momentos y entre más personas, con el fin de que el tiempo para que sea desechada  sea más largo y, por ende, tenga menos impacto ambiental.

Asesoría de imagen, una ofrenda al amor propio

Lina Garcés, quien también es asesora de imagen y personal shopper en Cúcuta, destaca que este tipo de iniciativas también impulsan el valor de la mujer y su papel en la sociedad.

“Como mujeres muchas veces nos damos mucho palo, vemos más nuestros defectos que nuestras virtudes. Lo que buscamos es que como mujeres tengan las herramientas para que puedan sentirse únicas. Entonces lo que hacemos es ver como a través de la asesoría de imagen y llevando una prenda de segunda y esa fue la idea de mi negocio”.

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Destaca además, la complejidad de dar a conocer este concepto, que al inicio fue complejo porque “después de todo, cuando sabían que eran prendas usadas no les gustaba”, indica Lina.

Un público atrevido

Las personas que han utilizado estas prendas de segunda oportunidad y que hacen parte de la moda circular, reconocen la importancia de este método no solo en la industria de la moda, sino también el impacto positivo que tienen para el medio ambiente

Sheylly Hernández, compradora de ropa de segunda mano, reconoce las ventajas que tiene el uso de la moda circular en la vida diaria.

“Mi experiencia comprando ropa de segunda mano ha sido muy buena. He tenido la oportunidad de comprar en diversos roperos, tiendas de segunda o vintage que se encuentran en redes sociales. Estamos ayudando a generar un menor impacto en lo relacionado con la contaminación”, añade.

Clara Vega, quien también encontró en la moda circular un alternativa para el largo uso de prensadas, indica que el factor económico también se ve beneficiado al conseguir prendas en buen estado, mucha veces de marca, a precios accesibles.

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“Muchas veces al ser prendas antiguas tienen mejor producción y calidad, pues fueron creadas para que duraran largo tiempo y además nos damos una ayuda propia en el tema económico”, recuerda con nostalgia esta compradora, quien es una de las tantas habitantes de Cúcuta que hoy en día se inclinan por tener en su ropero vestuario de segunda mano.

Un mensaje de sostenibilidad ambiental

Ni la ropa ni la moda son desechables es la consideración que se maneja para indicarle a la comunidad lo importante que puede resultar siendo este método.

La experta María Alejandra Pascua señala que todo lo que hagamos hoy tiene un impacto en el mediano y corto plazo.

“Es un mensaje importante ya que en Colombia no lo teníamos del todo claro, hasta la llegada de las marcas de moda rápida o también conocidas como fast fashion, las cuales han hecho que veamos la ropa para uso por una sola vez y botarla, y esa no es la idea; por el contrario, el propósito es que puedan tener esa segunda vida”, asegura.

“En Colombia este modelo está muy enfocado hacia el concepto denominado out cycling, un formato a través del cual se toman prendas antiguas, viejas o que ya no se utilizan y se reutilizan para generar nuevas prendas”, añade Pascua.

Responsabilidad ambiental

“En este momento ya funcionan ciertas políticas públicas de responsabilidad con el medio ambiente, lo que nos permea a nosotros como emprendedores que venimos trabajando hace varios años en esto y también la experiencia de comunicarle a la gente que aunque es una prenda usada, es una prenda en perfecto estado que puede que a una persona no le guste pero para otra puede ser un gran tesoro”, señala Lina Garcés.

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