El barrio Los Caobos está enfrentando una serie de males que tiene tomada por asalto la convivencia de sus vecinos.
Microtráfico, presencia de combos de adictos a las drogas inyectables, invasión del espacio público por el mal parqueo de carros y motos, presencia desbordada de ventas callejeras y escándalos en horas nocturnas, son apenas algunas de las irregularidades a las que está enfrentada a diario la comunidad de este exclusivo sector de la ciudad.
En el sector funcionan restaurantes, supermercados de cadena, droguerías, gimnasios, oficinas de EPS, clínicas, laboratorios y residencias de vecinos que piden a gritos que se ejerza la autoridad por quienes tienen la responsabilidad de combatir los mencionados males.
Humberto Galvis, miembro de la junta de acción comunal, lamentó el rumbo que está tomando el barrio, pero más que eso, la tardía reacción de las autoridades para poner fin a los desmanes que tienen comprometida la convivencia en el sector.
Lea aquí: Asamblea: preocupan salud mental y cartera por atención de migrantes
“Hay un grave problema de salud pública por el que estamos demandando acciones urgentes de la alcaldía y la policía”, dijo el líder comunal. Comentó que la calle 13, desde la avenida Los Libertadores hasta la avenida Cero está convertida ‘en una bomba de tiempo’ por la presencia de drogadictos que fuman el vicio y se inyectan drogas a la luz pública, después de lo cual duermen en separadores y andenes por la sedación”, reveló Galvis.
Derivado de esto, jardines y andenes de la citada vía están convertidos en letrinas de esta población que además es portadora de infecciones gastrointestinales que ponen en serio riesgo la salud de la comunidad, dijo el dirigente comunal.
La movilidad de Los Caobos también está comprometida por la desbordada presencia de ventas callejeras en calzadas y andenes y el mal parqueo de carros y motos, que obligan a los peatones a tener que caminar por la calle.
Lea también: Abren convocatoria para elegir al nuevo personero de Cúcuta
Otro factor que atenta contra la convivencia es el excesivo ruido y la proliferación de basuras en todas las esquinas, lo cual desmejora la imagen del sector ante los ojos de los turistas que llegan a alojarse en los hoteles Holiday Inn y Hampton Hilton, o de los comensales de los restaurantes que funcionan allí.
De estas irregularidades la junta de acción comunal ha hablado en mesas de trabajo con la Policía y la alcaldía, “pero nunca se han visto soluciones reales a estos problemas”, dijo Galvis.