El delito de la extorsión a comerciantes y empresarios de la ciudad, que se produce por llamadas de teléfono celular desde el interior de la penitenciaría de Cúcuta pareciera no tener resistencia alguna, y menos ahora que el penal no cuenta con equipos para bloquear señales e impedir la comisión del delito.
Las mismas autoridades se muestran impotentes por lo que está sucediendo y que tiene como principales sospechosos a los cabecillas de bandas criminales que purgan condena en el penal cucuteño en el que hay en total 3.046 privados de la libertad.
La Opinión conoció que desde 2018 los inhibidores de señal que instaló el Inpec y que fueron contratados por la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios –USPEC- no están funcionando, “todo porque la empresa que los instaló les hizo mantenimiento al comienzo y después los olvidó y quedaron fuera de servicio”.
Cuando estuvieron instalados los bloqueadores de señal no solo a los privados de la libertad les impedía hacer llamadas desde el interior de la cárcel, también a los vecinos del penal en sus alrededores, quienes se quejaron y hasta ganaron tutelas por la afectación que les producía.
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“Nadie en los alrededores de la cárcel contaba con señal de celular. Cada vez que queríamos comunicarnos teníamos que salir de nuestras casas y alejarnos al menos cuatro cuadras, porque de lo contrario no podíamos tener comunicación”, relató Alejandro Huertas, un vecino del barrio El Salado, donde se encuentra la penitenciaría.
Las tutelas hicieron efecto y por ello el Inpec tuvo que desconectarlos dejando abierto el espectro para que desde adentro de la cárcel salieran llamadas de teléfonos celulares a la calle, teléfonos que hacen parte de los elementos de prohibida tenencia dentro del penal.
Esto produjo que desde 2019 se reanudaran las llamadas extorsivas a comerciantes y empresarios de Cúcuta, las cuales han cobrado intensidad en los últimos años en la capital nortesantandereana.
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En la reciente visita que hizo a Cúcuta el ministro de Justicia Néstor Iván Osuna, La Opinión le preguntó por qué los inhibidores de señal telefónica no están funcionando en la penitenciaría en momentos en que el delito de la extorsión que protagonizan jefes de bandas criminales que purgan condena allí está en pleno auge en la ciudad.
“No existe en el mundo un equipo que sea absolutamente infranqueable al bloqueo de señal celular”, respondió el ministro.
Dijo que para que estos equipos sean mucho más eficientes se necesitan aparatos con nuevas tecnologías, pero también se requiere del apoyo de los operadores de las telefónicas, de tal modo que los bloqueadores puedan cumplir con eficiencia la labor. “Tenemos la posibilidad de unas tecnologías nuevas que ya no solo serían bloqueadores sino todo un software, que también requiere la colaboración de las compañía de celulares para que logren el objetivo de bloquear sin afectar a los vecinos de los alrededores de la cárcel”, precisó Osuna.
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¿Mientras la nueva tecnología llega, qué hacer para frenar la extorsión que se sigue haciendo desde el penal?. Frente a este interrogante, el ministro de Justicia indicó que se tiene en marcha una estrategia y es que de manera aleatoria se selecciona a aquellas personas que se tenga conocimiento que estén extorsionando desde sus celdas y se procede a su traslado de penal.
A esto se suma los operativos de registro y control que El Inpec adelanta en los 25 patios de la cárcel, en los que se incautan equipos de comunicación y elementos de prohibida tenencia.
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