Las casi 150 familias que conforman la invasión La Gloria de Dios, ubicado en la Comuna 7 de Cúcuta, han tenido que vivir bajo la sombra del olvido por parte de las administraciones municipales.
La comunidad está conformada en su mayoría por personas en condición de pobreza extrema, adultos mayores y migrantes.
Pero a pesar de que en la invasión no hay ninguna calle en buen estado, ni alumbrado público o vigilancia en el sector, la ‘gota que derramó el vaso’ para los habitantes fue el pésimo servicio de luz.
Protesta en la Alcaldía
En aras de hablar con las entidades correspondientes con el fin de solucionar la problemática del servicio de luz, varios residentes protestaron en la entrada de la Alcaldía de Cúcuta, el jueves.
Además, la situación se agudiza cuando hay muchos niños, jóvenes y adultos con enfermedades, las cuales necesitan este y los otros servicios con urgencia, pues “nadie puede vivir en estas condiciones”, mencionó uno de los habitantes.
La administración municipal, a través de varias de sus secretarías, y la empresa prestadora del servicio de Centrales Eléctricas del Norte de Santander (CENS), llegaron a un acuerdo para ir a mirar a La Gloria de Dios en qué condiciones estaba el terreno.
Solo piden necesidades básicas
Ante esta situación, los residentes fueron críticos al señalar que no esperan la pavimentación de las vías u otros “privilegios” que tienen los barrios legalizados, pero aunque sea esperan que les arreglen necesidades básicas como el servicio de luz o una mejor instalación del alumbrado público.
Un dolor de cabeza menos
Por lo menos la comunidad puede acceder al servicio del acueducto de manera constante, gracias a que, como en otras invasiones y sectores vulnerables de Cúcuta, la Fundación V&C, a través de pilas públicas, abastece de agua a todas estas zonas.
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Por otro lado, la comunidad afortunadamente tiene acceso al servicio de gas, pero por ser una zona de alto riesgo, las entidades le han informado a la comunidad que se reubiquen en otro lado, pero la respuesta de la comunidad es: “no tenemos a dónde ir”.