Como sucede cada comienzo de año, no solo aumenta el salario mínimo, sino que se dan otras alzas, los cuales tienen incidencia en el bolsillo del ciudadano.
Y es que este primero de enero no solo empezó con un incremento del pasaje en el área metropolitana de Cúcuta de $200, que lo llevó a $3.000 la tarifa, como mínimo; también hubo ajustes en los precios de los peajes, de la gasolina y del ACPM por orden del Gobierno.
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Aunado a ello, de acuerdo con un sondeo de La Opinión realizado con conductores de transporte intermunicipal, se espera en los próximos días el aval del Ministerio de Transporte para subir las tarifas del pasaje.
Uno de los choferes de la empresa Coopmotilón indicó que creen que después del 15 de este mes podrían saber el porcentaje de ese aumento, aunque manifestó que durante la temporada de fin de año hubo un alza de $1.000 en el precio de la ruta Cúcuta-Bucaramanga.
Un transportador de Cotranal manifestó que los precios se mantuvieron durante todo 2024, incluso durante la temporada alta de fin de año. Sin embargo, con los incrementos en el combustible y los peajes, aguardan pronto el del pasaje entre municipios.
En Extra Rápido Los Motilones también aseguraron que ofrecieron las mismas tarifas del año pasado durante la temporada navideña, por lo que esperan al ajuste en las próximas semanas, cuando el ministerio dé el visto bueno.
En recientes declaraciones a Red+ Noticias, el director de Estudios Económicos de la Asociación para el Desarrollo Integral del Transporte Terrestre Intermunicipal (ADITT), Armando Puerto, indicó que los ajustes podrían oscilar entre 10% y 18%.
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Detalló que ese incremento depende de variables como el sueldo mínimo (alza del 9,5%), los precios de los combustibles (la gasolina subió $91 y el ACPM $169), la inflación de 2024 (proyectada por el Banco de República en 5,1%) y las tarifas de peajes (que tuvieron un aumento de 4,64% empezando el 2025).
Impacto en el bolsillo
Para el economista, investigador y docente de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), no es fácil explorar las expectativas de los agentes económicos, es decir, consumidores, empresas de bienes y servicios y el Estado, porque “a veces se da por sentado que una cosa lleva automáticamente a la otra”, como por ejemplo, que después de un aumento del salario mínimo se den otras alzas.
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“No es fácil predecir qué tan exactos e instantáneos son los efectos del incremento del salario mínimo, pero allí hay una respuesta posiblemente en las expectativas que tienen las personas, los agentes económicos”, afirmó Zambrano.
Según el economista, esos ajustes de inicios de año en servicios como el transporte público, combustibles y peajes, “terminan afectando al ciudadano de a pie”, quien ve “en su diario vivir y cotidianidad” que el alza salarial es contrarrestada por tales incrementos.
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