En un mercado dinámico como el aéreo, que como todo sector productivo se rige por la ley de oferta y demanda, el cierre y la apertura de nuevas rutas es “pan de cada día” en las aerolíneas.

Ante la Aeronáutica Civil, las aerolíneas se dirigen para manifestar su intención de apertura o cierre de rutas, solicitud que deberá revisar y aprobar el ente regulador.

Dicha entidad fue la encargada informar, por solicitud de este medio, que, en el país, al cierre del primer semestre del año en curso, las aerolíneas han cerrado un total de 14 rutas entre internacionales y nacionales, siendo esta última la dominante en cierres.

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Aerolíneas de bajo costo como Easyfly y Viva, son las que más han suspendido trayectos en lo que va del año.

La primera, Easyfly, dejó de operar seis rutas. Esas rutas suspendidas, de ida y vuelta, son las que van de Pereira a Villavicencio; de Bogotá a Pereira; de Bucaramanga a Cartagena; Cali a Ibagué y Neiva; y Medellín-Cúcuta.

En el caso de Viva, aerolínea que fue comprada por Avianca y que busca conformar un holding con esta, ha suspendido tres al cierre de junio.

“Las aerolíneas a nivel mundial atravesamos momentos complejos por cuenta de variables externas como la subida del dólar, el encarecimiento del combustible, la inflación y la devaluación de las monedas locales frente al dólar. Estas variables excepcionales, que afectan a la industria en general, nos han obligado a moderar el ritmo de nuestro plan de expansión y cancelar rutas que no eran rentables: cuatro a nivel doméstico y una internacional (hasta agosto). Seguiremos haciendo grandes esfuerzos para hacer frente a este contexto macroeconómico tan retador y seguir entregando la mejor conectividad a Colombia, de la mano de nuestro modelo ‘Súper Bajo Costo’, dijo Viva a los medios.

Las otras aerolíneas que han suspendido operaciones de vuelo son Wingo y Avianca, ambas lo hicieron con dos rutas cada una.

La de bajo costo suspendió las que van de ida y vuelta de Cali a Cartagena y San Andrés. Y, Avianca, la que va de Medellín a San Andrés y de Bogotá a Corozal, Sucre.

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Según Wingo, “la suspensión de estas dos rutas se debe a que la aerolínea ha identificado la necesidad de transferir dicha capacidad a otras rutas con mayor demanda y dinamismo de pasajeros”.

Por el lado de Avianca, esta indica que “al igual que toda industria, evalúa de manera permanente el comportamiento de la totalidad de la red con el objetivo de sumar capacidad en aquellas rutas donde los clientes más quieren volar, y reducir capacidad en las operaciones con menor demanda.

No obstante, especificó que “nuestros clientes en Medellín podrán seguir conectando con San Andrés con una sola parada en Bogotá, desde donde Avianca conecta con más de 20 destinos nacionales y más de 30 internacionales”.

Pero, ¿cuáles son los motivos por los cuales una aerolínea puede acudir a la Aerocivil para suspender rutas aprobadas?

Como lo han indicado varias aerolíneas, un factor común corresponde a la demanda, esto quiere decir que en dichos trayectos la compra de tiquetes es baja. Cuando el factor comercial no es rentable, las empresas pueden optar por bajar rutas o frecuencias.

Otra razón puede ser que los costos en un destino específico superan las expectativas comerciales de las aerolíneas, de pronto porque el precio del transporte de combustible en dicho destino es más caro. También se aduce razones de seguridad, como sucedió con el cese de operaciones de aerolíneas colombianas en Venezuela. Pero, hay que anotar qué la suspensión de una ruta deja siempre abierta la posibilidad a que se pueda reanudar, la cual deberá ser de nuevo aprobada.

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