Los efectos del fenómeno de El Niño no solo se verán reflejados en la subida de los alimentos del campo y de las tarifas de electricidad. Además, podrían provocar $3,7 billones en pérdidas en la productividad laboral en un período de 10 meses.
De esas pérdidas, $838.000 millones lo asumirán las empresas formales y $2,88 billones, los trabajadores informales.
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Este eventual panorama fue revelado por la presidenta ejecutiva del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), Adriana Solano Luque, quien destacó que, según el estudio realizado, en la sequía se tendrá una disminución del 0,6% en las horas laborales de los trabajadores formales.
El peor escenario lo enfrentan los informales (cifra de 57,6% en Cúcuta y 56,7% en el país), cuyas horas trabajadas se reducen en un 4,5%, lo que genera una pérdida del 6,4% en sus ingresos mensuales. Mientras que en el sector formal, las horas de trabajo bajan 0,6%.
Estas estimaciones del CCS se hicieron con el salario promedio mensual de $901.246 (informales) y $2.098.239 (formales), basadas en datos del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, así como de la cifra de población ocupada, según el DANE, que es de 6.734.431 personas en el sector formal y de 4.996.626, en el informal.
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“Un trabajador que está expuesto a altas temperaturas tiene una disminución importante en las horas que puede trabajar, porque va a sentir fatiga, náuseas y posibilidad de desmayo; físicamente no va a poder laborar”, resaltó.
Adriana Solano precisó que el impacto en el los trabajadores informales se midió en ingresos, porque es un segmento de la población ocupado por cuenta propia, por lo que la disminución de su actividad laboral va a cargo de sus recursos, entonces es menos su remuneración salarial.
Mientras que en el sector formal, el costo lo asume el empleador, al disminuir las horas trabajadas de sus colaboradores, teniendo que asumir el costo de horas extras.
¿Qué se espera para Cúcuta?
Sobre la incidencia que puede tener esa pérdida de la productividad laboral en la generación de empleo e informalidad en ciudades como Cúcuta, que también se caracteriza por su fuerte calor, Adriana Solano manifestó que el impacto puede llegar a ser mayor.
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“En zonas, en donde la informalidad es mucho más alta, como sucede en Cúcuta, claramente vamos tener una disminución de la productividad laboral, con el impacto social que esto genera. Va a haber menos trabajadores, menos ocupados van a poder desarrollar sus actividades, así sea de manera informal, dado el cambio de las temperaturas”, agregó la presidenta ejecutiva del CCS.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cuando la temperatura supera los 33 °C, como suele pasar en la capital de Norte de Santander, que es una intensidad moderada para el trabajo, los empleados pierden hasta un 50% de su capacidad laboral. Incluso, pueden morir, si la temperatura supera los 40,6 °C.
Añadió que la tasa de desempleo no se verá impactada, sino solo la productividad. Sin embargo, en el sector formal, eventualmente, esa pérdida por la baja en la productividad laboral puede verse reflejada en la utilización de menos mano de obra.
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Preocupa el panorama
Solano señaló que la situación es motivo de preocupación ya que dificulta aún más los esfuerzos para reducir la pobreza, especialmente en el contexto actual, luego de que las consecuencias dejadas por la pandemia de COVID-19.
El jefe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (Unisdr) para las Américas y el Caribe, Nahuel Arenas, indicó que este fenómeno llega con un planeta mucho más caliente, aunque habrá zonas con mayores lluvias, por lo que se debe estar atento posibles deslizamientos e inundaciones.
“Esta región es la que más impacto económico absorbe a causa de los desastres por los fenómenos climáticos, en comparación con otras regiones del mundo”, añadió.
Arenas ofreció recomendaciones para las empresas:
- Incrementar los puntos de hidratación.
- Organizar los turnos de trabajo y establecer cambios necesarios.
- Planificar las operaciones y tareas.
- Mejorar la ventilación en los espacios de trabajo.
- Analizar su modelo de negocio y la cadena de suministro, para determinar los riesgos.
- Adaptar los Sistemas de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST).
- Rediseñar productos, innovar en modos de producción y fomentar alternativas sostenibles frente a la pérdida de biodiversidad y limitaciones de acceso a materias primas.
- Fomentar en el sector empresarial el uso de tecnologías más limpias, para el desarrollo de sus actividades.
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