Las consecuencias de la pandemia siguen haciendo estragos en los nortesantandereanos. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad de Vida para 2021 del DANE, el 55,3 % de los jefes de hogar en Norte de Santander se consideran pobres y al 46,7 % lo que ganan no le alcanza para cubrir los gastos mínimos.

Así mismo se conoció que 35,5% de los hogares viven en arriendo, una cifra que aumentó 2,9% con respecto a 2019, año prepandemia.

La encuesta también reveló que 7 de cada 10 personas vive en una casa y 3 de cada 10, en un apartamento. Dentro de las viviendas, al menos, el 15,3% de los hogares desarrolla alguna actividad productiva, siendo las actividades agropecuarias las más demandadas, con un 32%; seguido de las de servicios (18,3%) y las industriales, con 14 %.

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En cuanto al acceso a internet, el departamento sigue mejorando las cifras de cobertura. Según el DANE, en 2021, el 63,4% de los hogares  tenía la posibilidad de tener internet, 6,1 puntos porcentuales más que en el mismo periodo de 2020. Lo que indica que la pandemia generó más oportunidades en el acceso a las tecnologías.

El porcentaje de población mayor a 5 años que usa internet en cualquier lugar subió 7,2 puntos al pasar de 63% a 70,2%.

Sin embargo, en bienes como la tenencia de un vehículo, solo el 12,3% de la población en la región tiene un carro particular.

El promedio de satisfacción con la vida en general en personas de 15 años y más llegó a 8,23 %, un indicador positivo, teniendo en cuenta que los indicadores de empleo y situación de la ciudad son desfavorables.

En el indicador de la a Escalera de Cantril, que mide el nivel de vida que puede tener una persona ponderando con cero la peor y con 10 la mejor, Norte de Santander obtuvo una calificación de 7,71, una cifra mayor que el promedio nacional que se ubicó  en 7,49.

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Golpes económicos de la pandemia

Entre los impactos que la pandemia ha tenido en los hogares colombianos, la pérdida de empleo del jefe del hogar y el atraso en los arriendos (o cuotas de crédito de vivienda) son los dos que tuvieron crecimiento entre 2020 y 2021, de acuerdo con la encuesta.

Las respuestas de los hogares a estos problemas se ha dado de varias formas, entre las que se cuentan echarle mano a los ahorros, adquirir deuda o ampliar los plazos de pago de la misma y disminuir el gasto en alimentos.

En 2020, el porcentaje de hogares que dijo que había bajado su gasto en alimentos como una forma de enfrentar los impactos económicos de la pandemia se ubicó en 15%. Para 2021 subió a 34,4 %, más del doble en tan solo un año.

Otros resultados

El 58,1 % de estudiantes de Norte de Santander considera que la calidad de la educación se deterioró por medidas adoptadas a raíz de la pandemia, lo que  evidencia el impacto del regreso a la presencialidad en los esquemas educativos. Sobre la modalidad de trabajo, el 10,0% manifestó haber hecho teletrabajo o trabajo en casa en los últimos 12 meses por razón de la pandemia.

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