El iniciar el segundo día del Congreso de Confecámaras ‘¡Haciendo la Tarea! Cámaras + Empresas’, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla realizó su intervención ‘Gestión por el fortalecimiento empresarial’, en la que explicó cómo marchan las finanzas del país, enfatizó que no es verdad que el Gobierno esté incumpliendo la Regla Fiscal.
El funcionario precisó que las acciones implementadas durante la emergencia generada por la pandemia se pagaron con deuda, la cual aumentó de 48% a 61% del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a $200 billones o 10 reformas tributarias. Luego vino la reactivación sin endeudamiento, para honrar la deuda heredada.
Agregó que $60 billones de ese saldo lo pagó el Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME) y otros pagos se hicieron con servicio a la deuda. Actualmente ese monto bajó de 61% a 55% y para el próximo año se proyecta que crezca a 56%.
“No es cierto que estemos rompiendo la Regla Fiscal y que no estemos pagando la deuda. Lo que sucede es que pagar la deuda significa comprometer recursos del presupuesto cada vez más alto. En el 2023 quedaron comprometidos $75 billones, en este 2024 se han comprometido $95 billones y en 2025 hay que comprometer $112 billones para pagar y lo estamos haciendo con una situación más comprometedora”, afirmó Bonilla.
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El ministro destacó que el país perdió el grado de calificación en 2021, por lo que los intereses de la deuda son más elevados y los compromisos para adquirir deuda y hacer rollover, o sea, rotar una deuda, son cada vez más costosos.
“Siendo más costosa- la deuda-, hoy el Gobierno tiene adquisición de títulos de deuda a distintos plazos más baratos. Estamos pagando y eso es lo importante. Pero estamos pagando otra deuda no financiera, que es la que no fue adquirida con emisión de títulos de deuda ni con bonos”, añadió.
Bonilla dijo que la deuda no financiera más importante es el déficit del Fondo de Estabilización de Precios del Café (FEPC), que a corte de julio, es de alrededor de $68 billones, recordando que el hueco fiscal dejado por la gasolina se cubrió con los ajustes mensuales que se hicieron a partir de octubre de 2022. Sin embargo está pendiente el del diésel o ACPM.
“A partir de 1 de enero de 2020 (bajo el gobierno de Iván Duque), los precios de los combustibles quedaron congelados, una cosa inédita. El país llevaba 30 años de una práctica de ajustar los precios de los combustibles todos los meses”, resaltó el funcionario.
Ricardo Bonilla destacó que la tercera tipo de deuda que está pagando la administración de Gustavo Petro es la que se conoce como vigencias futuras (inversiones en grandes proyectos), algunas desde el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002). Así, en 2023 pagaron $18,4 billones en vigencias futuras y este año serán $23,4 billones.
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