La propuesta del presidente Gustavo de Petro de implementar inversiones forzosas, mediante el uso de los ahorros de los colombianos en los bancos, para apalancar proyectos productivos y reactivar la economía, sigue avivando el debate.

El experto en finanzas públicas, Henry Amorocho Moreno, quien es profesor de Hacienda Pública, Tributación y Presupuesto de la Universidad del Rosario, manifestó que no hay un texto oficial de la iniciativa, pero que, en el pasado, ese modelo ofreció una tasa de interés subsidiada, cuyo costo asumió el Estado, lo cual tuvo un impacto en el fisco por la vía del gasto. 

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“Actualmente, esa propuesta no tiene receptividad en el gremio financiero y en el sector empresarial. Si se llegara a probar como en el pasado, indiscutiblemente, podría tener un efecto en el gasto; y, dada las circunstancias de que hoy las fianzas del Estado están tan difíciles, implicaría aumento en el área tributaria”, apuntó.

Amorocho explicó que las inversiones forzosas fue la manera de generar intervención del Estado en la economía colombiana y tuvo una fuerte dinámica hace 50 años y luego en la década de los 80. 

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“Esa vez se usaron créditos de fomento para sectores señalados como prioritarios, con un tasa de interés baja, con el fin de incentivar a nuevos agentes del sector privado a la producción, como de la agricultura, industria, entre otros”, agregó.

Recordó que, con la promulgación de la Constitución de 1991, solo quedó establecido el crédito de Finagro como el único que se usa mediante inversión forzosa. Por lo que hay que esperar cuáles son las características de la propuesta del proyecto de ley de Petro y ver si será aprobada en el Congreso.

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