La última edición del Índice de Confianza Comercial (ICCO) de Fedesarrollo, logró su mejor dato en 40 años, al ubicarse en 43,5%, reflejando el optimismo y las buenas proyecciones del sector productivo del país. Seguramente, este panorama alentador será un aliciente para que más personas se lancen al ruedo de crear empresa en el país y comiencen con su emprendimiento.
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Ahora, hay que tener en cuenta que se viven tiempos volátiles y de incertidumbre, por eso hay que tomar decisiones adecuadas a la hora de crear un negocio y seguir el camino correcto.
Astrith Rincón Sánchez, docente de Administración de Empresas de la Universidad Antonio Nariño (UAN), señaló que “la situación que se vive actualmente en el mercado como resultado del COVID-19 ha llevado a replantear las cosas que se deben tener en cuenta antes de empezar un negocio; hay que tener una actitud que permita ver lo mejor de cada situación y plantear ideas innovadoras. Lo primero, es identificar una oportunidad que, por lo general, tiene que ver con solucionar congruencias no resueltas o que se podrían resolver de una mejor manera”.
Asimismo, agregó que se debe ser cuidadoso al analizar el entorno en el que se moverá el negocio, detallar cómo se va a interactuar con los clientes, con otras empresas, con actores claves como el Gobierno y hacer una correcta aplicación de la regulación, además de aprovechar al máximo la tecnología.
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Ocho pasos necesarios para emprender y crear empresa
La docente Rincón, dio a conocer una serie de acciones esenciales al momento de iniciar un negocio de forma ideal:
- Estudiar a los clientes, es decir, realizar una investigación de mercado.
- Revisar las oportunidades del segmento en el que se va a incursionar.
- Analizar los posibles proveedores en calidad y precio.
- Verificar la propiedad intelectual de la idea de negocio.
- Analizar los costos de producción.
- Aprender a controlar el estrés.
- Tener en cuenta la saturación del mercado.
- Contratar personal calificado y de esa manera tener un equipo con las mejores capacidades.
La importancia de conocer el valor de la inversión inicial
En el momento que alguien decide desarrollar su idea de negocio, lo primero, es elaborar una lista del tipo de recursos o activos con los cuales se va a llevar a cabo la operación o la actividad del negocio. Es necesario hacerlo para comprar los activos que realmente se van a utilizar, sin exceder lo requerido.
“Para establecer los recursos en lo que se tiene que invertir, es necesario pensar en esos elementos que se requieren para el desarrollo de la actividad económica, por ejemplo, máquinas, muebles, y enseres, que hacen parte de los activos tangibles. Al mismo tiempo, está la necesidad de establecer los procesos que son aplicados a la transformación de materias primas si hablamos de producción y a las mercancías, en caso de que la actividad sea la comercialización”, aclaró Rincón.
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En esa medida, al llevar a cabo los procesos, se debe involucrar la mano de obra, proveedores, promoción del producto, alquileres, seguros, servicio de la deuda (pago de capital e intereses de préstamos), gastos de administración, entre otros.
Muchos emprendedores cometen el error de no guardar presupuesto para posibles imprevistos que se presenten, de allí la tarea de calcular una provisión para resolver dichos gastos. Ahora, calcular el valor de la inversión es contabilizar el capital requerido para iniciar el negocio, lo cual saldrá de sumar el valor total de los recursos, el valor total de las actividades de procesos y el valor de los imprevistos.
Más allá de abrir un negocio
Emprender no sólo es crear una empresa, hay características básicas que debe adquirir un emprendedor; entre esas, no depender 100% del factor económico, evaluar qué tipos de emprendimiento es, por ejemplo, si es social o económico. El primero, se caracteriza por generar valor social sostenible y el segundo, por establecer incentivos económicos.
En ambos casos, es indudable que lo que se busca es consolidar una empresa, la generación de empleo, el factor económico y social, y la inversión en temas de innovación.
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“Las personas que desean hacer su vida empresarial deberán trabajar con un gran entusiasmo, tener capacidad de asumir riesgos, espíritu de sacrificio, ambición (en el buen sentido de la palabra), luchar por su independencia, autonomía y conocimiento. Son características que tienen influencia para triunfar”, expresó la docente.
Para finalizar, se debe entender que, para lograr ser competitivo en el mercado, es necesario contar con un correcto desempeño según los parámetros previamente determinados, y así mismo, medir la gestión de las actividades frente a las metas organizacionales planteadas, sumado a la evidencia, y a la competitividad de la compañía.
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