El 23 de julio, los salones de la Embajada de Colombia en la India vibraron con un ritmo inusual, uno que no tenía relación con los tambores tradicionales o las cuerdas de una sitar (instrumento musical de cuerda pulsada). Aquella noche, las notas evocadoras de un acordeón, traídas desde tierras lejanas por la artista Diana Burco, llenaron el aire y captaron la atención de una audiencia que estaba a punto de embarcarse en un viaje musical hacia la esencia misma de la cultura colombiana.
Diana Burco, acordeonista, cantante y compositora, se presentó ante un público compuesto por diplomáticos, expatriados y amantes de la música. A medida que el primer acorde resonó en el recinto, fue evidente la profunda conexión entre la artista y su instrumento, al que ella misma considera un “tesoro nacional”.
Con su acordeón en manos, Burco se convirtió en la narradora de una historia tejida con las tradiciones y las emociones del pueblo colombiano, transmitiendo en cada nota la esencia de la cumbia y el vallenato.
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Para los presentes, la experiencia fue inmersiva y profundamente conmovedora. La música, en manos de la artista, trascendió las barreras culturales, llevando a la audiencia a recorrer paisajes sonoros que resonaban con la calidez del Caribe colombiano.
Burco no solo interpretó, sino que también habló con el público, compartiendo con ellos las historias detrás de las canciones y los significados ocultos en las letras y melodías que han sido parte de su identidad como artista y como colombiana.
“El público estaba con una curiosidad inmensa de conocer a qué suena la música de acordeón en Colombia. De mi parte fue muy grato contar ese lado de la historia, de a qué está sonando esta música, de las manos de una mujer, a través de canciones; y genera mucha esperanza para mí por lo que ahora va a influenciar en mi música; y por supuesto, también dejé muchos corazones contentos y abrazados de toda esta música hermosa que ha nacido en Colombia”, comentó Burco, reflejando la satisfacción de haber llevado un pedazo de su tierra natal a una audiencia tan diversa.
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Víctor Hugo Echeverri Jaramillo, embajador de Colombia en la India, fue el encargado de inaugurar el evento. Durante su discurso, no solo resaltó la riqueza cultural de Colombia, sino que también subrayó la aspiración del país de ser un líder en la ‘paz con la naturaleza’, en el contexto de la próxima Convención sobre Diversidad Biológica COP16, que se celebrará en Cali. No obstante, fue la música la que tomó el protagonismo de la noche, convirtiéndose en un lenguaje universal que permitió una conexión profunda entre los asistentes, sin importar su origen.
La bumanguesa, con su carisma y talento innegable, llevó a la audiencia a un viaje musical que entrelazó lo tradicional con lo contemporáneo. Su repertorio, que abarcó desde los ritmos cálidos del vallenato hasta la contagiosa alegría de la cumbia, fue un tributo a las mujeres que han sido pilares invisibles, pero fundamentales en la creación y difusión de la cultura colombiana. Cada nota y cada verso emanaban un mensaje de amor, unidad y resistencia.
“La música es un puente maravilloso; desde el principio, la tomé como esa oportunidad de extender algo de mí y plasmarlo en cada melodía. Siento que Colombia es muy afortunada, porque cada vez, no solo desde el artista, conecta más con otros países, y enlaza hermoso y fácil. Ha sido todo un reto explorar y seguir construyendo la música a través de una mujer; el hecho que esté escrita, compuesta, interpretada, grabada, ahí es donde estamos construyendo otro lado de la historia, porque trae muchísima belleza porque es encontrar algo que no conocíamos, y le tengo mucha esperanza a eso”, expresó Burco, quien ha sido una firme defensora de la igualdad de género en la industria musical.
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La interpretación de la santandereana no solo destacó su habilidad como músico, sino también su compromiso con la lucha por la paridad de género en una industria históricamente dominada por hombres. Las palabras del embajador resonaron con fuerza cuando expresó su agradecimiento por el trabajo de artistas como Diana, que están revertiendo la narrativa cultural y promoviendo una igualdad integral.
La cumbia y el vallenato, géneros que durante generaciones han dado voz a las emociones y experiencias del pueblo colombiano, fueron reinterpretados aquella noche desde la perspectiva de una mujer que ha decidido romper con los moldes establecidos, explorando nuevas sonoridades y mensajes que reflejan la diversidad y la riqueza cultural de Colombia.
“La cumbia es un portal muy femenino, solamente con la construcción de la palabra. Además que está teniendo un momento tan precioso, porque enlaza y une a toda Latinoamérica. Hay unas bases ya establecidas por nuestros maestros, que nos dejan pavimentado todo un camino para que ahora podamos explorar, y que Colombia tome con mucho orgullo esa bandera de que la cumbia nació acá”, añadió.
El concierto en la India fue solo una parada más en la gira de Diana Burco, una gira que coincide con la promoción de su más reciente sencillo, ‘Besos Exclusivos’.
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