En un contexto de creciente violencia en la región, tras el reciente levantamiento del cese al fuego entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), se logró una captura significativa. Un presunto integrante de ese grupo armado fue detenido mientras transportaba una gran cantidad de material de guerra, intendencia y explosivos.
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El operativo comenzó hace poco más de 15 días, cuando las autoridades recibieron información de inteligencia sobre un inminente traslado de explosivos en la zona rural de Ocaña.
Con esta alerta, el Ejército, a través de sus unidades de inteligencia militar, inició labores de campo para verificar y seguir la pista de los posibles movimientos.
La investigación permitió trazar rutas potenciales por las cuales se esperaba que el cargamento fuese trasladado.
Aunque los primeros puestos de control establecidos por los soldados no dieron resultado, la perseverancia finalmente rindió frutos el pasado domingo.
A las 5:20 de la tarde, en una vía terciaria que conduce al corregimiento Buenavista de Ocaña, cerca del mirador El Cielo, una lujosa camioneta Mazda CX-5 llamó la atención de las tropas.
Cuando los soldados le hicieron la señal de pare al conductor, descubriendo que, en el asiento delantero, el hombre transportaba un mortero y unas 30 granadas.
El conductor, identificado posteriormente como Siro Antonio Pérez, intentó huir, pero las tropas ya lo tenían rodeado.
Obligado a descender del vehículo, los soldados procedieron a inspeccionar la camioneta, encontrando en su interior varios costales que contenían al menos dos mil cartuchos de diferentes calibres, proveedores, 500 kilos de explosivos R1, más de 59 kilos de pólvora de aluminio, 100 minas antipersonal, 500 detonadores eléctricos y 100 detonadores no eléctricos, además de material de intendencia.
Mientras los uniformados realizaban el procedimiento, una segunda camioneta, una Toyota Hilux, frenó de repente a pocos metros. Dos hombres salieron corriendo hacia la zona boscosa, dejando el vehículo abandonado.
Según información de inteligencia militar, estos individuos estaban actuando como escoltas del cargamento que transportaba Pérez.
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Esta operación del Ejército no solo frustra los planes inmediatos del Eln, sino que también representa un golpe estratégico en medio de una situación de seguridad cada vez más tensa en el departamento.
La captura y la incautación del material explosivo evitarían lo que podrían haber sido nuevos actos de violencia contra las tropas y la comunidad civil en Norte de Santander.
Desde el fin de la tregua, este grupo armado ha intensificado sus acciones, perpetrando varios ataques en contra de la Fuerza Pública, que han dejado un saldo trágico de soldados muertos.
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