Una inocente broma de dos niños que caminaban por la calle 12 con avenida 6, del barrio Aeropuerto, el pasado 2 de agosto, al arrojar un objeto por la ventana de un apartamento, habría provocado un incendio que afectó el techo y redujo a cenizas los objetos de valor que había adentro.

De esa travesura resultó afectada Catherine Tuirán, la propietaria del apartamento, quien perdió casi todo y ahora necesita por lo menos $15 millones para reemplazar el techo y reponer los enseres, la ropa y demás objetos que se quemaron.

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La mujer ahora vive un drama, al no tener una vivienda para pasar las noches junto con sus dos hijos gemelos, por ahora le toca quedarse donde una familiar y esperar que varias personas generosas la apoyen para reunir el dinero y recuperar lo que perdió.

Pese a esta difícil situación, la mujer confesó que no siente rabia contra los menores, solamente no entiende por qué ellos habrían hecho esa pilatuna.

Se conoció que las autoridades le reportaron este insólito caso al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que ya adelanta la investigación y el seguimiento necesario para realizar la verificación de los derechos de los infantes.

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El incendio

En el video de una cámara de seguridad de la calle 12 con avenida 6, quedó registrado cuando, a las 12:02 p. m., los pequeños, que vestían uniformes de un colegio, se acercaron a la ventana de un apartaestudio y arrojaron un objeto, luego salieron corriendo.

En las imágenes se observa que a los pocos segundos comenzó a salir humo por el techo de la residencia, por lo que una mujer se percató del incendio y rápidamente le avisó a Catherine Tuirán, que estaba en la casa de su familiar.

La angustiada mujer salió de la vivienda, que queda al lado del apartaestudio, con un extintor, abrió la puerta y de manera desesperada trató de apagar las llamas, sin tener éxito.

“Yo estaba tranquila cuando me avisaron, salí corriendo y abrí la puerta sin importarme que podía quemarme. Me impresioné cuando vi que todos mis objetos de valor, que con tanto esfuerzo compré, estaban quemándose”, comentó la mujer.

Y agregó que varios habitantes de esa cuadra sacaron baldes con agua de sus casas y les arrojaron a las llamas. Hasta el conductor de un carrotanque, que estaba a pocas cuadras del sitio, llegó a la cuadra y sacó una manguera para regar el fuego.

Esa maratónica tarea de apagar el incendio se extendió hasta la 12:30 p. m., que los Bomberos de Cúcuta llegaron para apersonarse de la situación.

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Se enteraron de los niños

Catherine Tuirán explicó que los bomberos, inicialmente, les dijeron que la conflagración se había dado por un cortocircuito, pero en la tarde de ese miércoles revisaron las cámaras de seguridad y descubrieron la verdad.

“Yo fui al colegio a buscarlos (niños), pues en el video se observa que estaban con uniforme de una institución educativa cercana. Allá hablé con las padres, que me explicaron que era la primera vez que los enviaban solos para que estudiaran”, recordó Catherine.

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