Los depredadores sexuales continúan cayendo en manos de la justicia. Las autoridades ya no les están dando tregua a estas personas para que sigan haciendo de las suyas y sometiendo a más menores de edad a pasar las peores experiencias de su vida.

Y es que los fuertes operativos realizados por los miembros de la Sijín y del Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas), han permitido la captura de varias personas implicadas en violaciones a menores y ponerlas tras las rejas.

Juan Carlos López Páez, de 40 años, sería uno de ellos. Pues tras ser acusado de violador por la madre de una menor de 14 años, en julio pasado, la Policía logró, tras casi un mes y medio de investigación, dar con su paradero y capturarlo.

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La detención se dio el pasado 28 de agosto, a las 8:30 de la mañana, en el barrio Viejo Escobal, cuando el presunto violador se movilizaba en un taxi por esta zona de la ciudad, tras ser interceptado por miembros de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), quienes al hacerle un registro a persona, encontraron que era solicitado por el Juzgado Tercero Penal, por el delito de acceso carnal violento y actos sexuales con menor de 14 años.

Ante aquel hecho, las autoridades procedieron con su captura y lo dejaron a disposición de la Fiscalía, y un juez decidió enviarlo a la cárcel.

Al acecho

El hombre, quien laboraba como técnico en refrigeración, quedó al descubierto cuando la niña le confesó a su madre que no quería que ella volviera a frecuentar a ese hombre.

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Las dudas comenzaron a invadir la cabeza de la mujer, pues no entendía el por qué de aquella negatividad, por lo que decidió interrogar a su pequeña hija para que le explicara, fue en ese momento que la madre descubrió una verdad completamente aterradora.

La menor le manifestó haber sido violada por López Páez, cuando iba a su lugar de residencia, con la excusa de que fueran a  jugar a la cama. Al parecer, el hombre, de 40 años, aprovechaba la ausencia de la madre para cometer todas sus aberraciones contra la pequeña.

Aquello, dejó anonadada a la mujer, quien ante su indignación y rabia, se dirigió hacia el  lugar que aparentemente frecuentaba el victimario, y le cuestionó por lo que había hecho, pero él se negó a aceptar su culpabilidad y simplemente le dijo a la mujer que todo era una mentira de su hija.

Esto provocó que la mujer se dirigiera hasta una estación de Policía y levantara una denuncia en su contra y las autoridades, tras corroborar que la información era verídica, procedieron a dar inicio con la investigación.

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