En Cúcuta el robo de motocicletas se volvió algo común, dejando en evidencia que esta modalidad de hurto es uno de los flagelos más constantes y elevados.
Sin embargo, parece que las ofensivas ejecutadas por las autoridades han comenzado a dar resultados, pues en lo que va corrido del año se ha registrado una disminución en esta modalidad en 10%, en comparación con el año anterior.
Cifras en disminución
La Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) señaló que a la fecha se han reportado 447 robos de motos en la capital de Norte de Santander, mientras que en 2023, se presentaron 495 casos, es decir, 48 menos durante el mismo periodo.
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Además, señalaron que de estos reportes hechos por la ciudadanía, se ha logrado la recuperación de 212 motocicletas en el año, una cifra bastante elevada si se mide a la recuperación de carros que es de 37.
En lo que se refiere a las capturas por hurto de motos, también se han visto buenos resultados, pues hasta la última semana de agosto se detuvieron a 33 personas en flagrancia, 5 por orden judicial y 46 por el delito de receptación.
Modalidades
En la práctica de este delito, las autoridades tienen claro que la delincuencia aprovecha cada mínima oportunidad para hacer de las suyas, ya sea engañando o esperando un descuido de los motorizados para interceptarlos y despojarlos de sus vehículos.
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La confianza a veces juega un papel fundamental en este hecho, y es que algunas personas dejan sus motocicletas parqueadas en lugares solitarios como en la calle, los porches de las casas o en parqueaderos clandestinos, por lo que los vehículos quedan a la deriva para que la delincuencia haga de las suyas.
Otros, por su parte, son víctimas de los ladrones que se sitúan en ciertas zonas de la ciudad a la espera de su próxima víctima e intimidarlas con arma de fuego.
Las cifras revelan que, “el 70 % de las motos que han sido hurtadas se debe al abandono en sitios de no parqueo y el otro 30 % por intimidación o arma fuego”.
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Por otro lado, una fuente judicial reveló que una de las nuevas artimañas de la delincuencia no solo se basa en robar, sino también almacenar estos vehículos en las viviendas.
“Algunos delincuentes ahora han optado por arrendar casas y después de cometer el robo, llevarlas hasta ese sitio, y de allí algunos las desarman y las venden por partes”.
Ofensiva
Con el objetivo de seguir contrarrestando este delito, la Policía Metropolitana creó el grupo de Prevención del Hurto Motorizado y el Atraco (Phuma), diseñado específicamente para combatir esa modalidad de criminalidad, mediante operaciones de control y registro en diferentes puntos neurálgicos de la ciudad como Ospina Pérez y Belén, que han sido catalogados por las autoridades como los lugares donde mayormente se presenta este delito.
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