Que la violencia se vaya de Cúcuta, es algo casi imposible. Día tras día se presentan hechos sicariales y la reacción de las autoridades se queda corta.
Ayer, en la tarde, en la vía principal del barrio Magdalena se presentó otro hecho violento. La detonación de varios disparos se llevó la calma que tenían quienes estaba por ahí, dándole paso al pánico.
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Todo se dio hacia las 3:57 de la tarde, cuando Jefferson Arley Ortiz se movilizaba en una motocicleta Yamaha Libero, de placa ZKP-20E, y otro motorizado se le acercó en la avenida 20 con calle 22.
El hombre que llevaba casco negro y vestimenta oscura, lo interceptó y después de pronunciarle unas palabras, sacó una pistola y le disparó en tres ocasiones.
Cumplido su cometido, el sicario emprendió la huida hacia el barrio San José, dejando a Jefferson Arley, conocido como ‘El Rolo’, agonizante y tendido en el pavimento.
Solo bastaron unos segundos para que quienes fueron testigos del hecho, rodearan el cuerpo, algunos buscaban auxiliarlo, otros por su parte solo observaban la escena y grababan con sus celulares.
Al sitio habría llegado un familiar de Ortiz, quien pedía a gritos que lo ayudaran y no lo dejaran morir.
“Llegó una muchacha y gritaba que no le dejaran morir al papá, que la ayudaran, unas personas detuvieron un taxi y subieron al señor al carro. Todo pasó muy rápido”, contó un testigo.
Mientras esto sucedía, a la escena llegaban algunas patrullas de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc). Luego arribó la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) para encargarse de la inspección técnica, encontrándose con tres vainillas y la motocicleta de la víctima.
Jefferson fue trasladado a la Unidad Básica Loma de Bolívar, para que fuera atendido por los galenos, pero ante la gravedad de las heridas, fue remitido a Hospital Universitario Erasmo Meoz. Al cierre de esta edición, el pronóstico del hombre, era reservado.
¿Lo querían muerto?
Aunque los móviles del hecho no se han esclarecido, las autoridades creen que se puede tratar de un ajuste de cuentas, pues Jefferson Ortiz se encontraba con medida de detención domiciliaria por homicidio.
Además, tendría anotaciones judiciales por los delitos de tráfico de drogas, extorsión, fuga de presos y porte ilegal de armas.
Asimismo, se conoció que en la escena del crimen, había cámaras de seguridad que podrían ser pieza clave para identificar al atacante y esclarecer lo sucedido.
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