La mañana de ayer, Cúcuta se tiñó de sangre una vez más. No habían pasado más de cinco horas de que la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) atendiera un homicidio en el barrio Niña Ceci, y ya estaba siendo notificada del hallazgo de otro cuerpo sin vida por el Anillo Vial Occidental.

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Parece que los anillos viales se han convertido en los sitios preferidos de los asesinos para dejar a sus víctimas, y es que la inseguridad y la oscuridad que se presentan en estas zonas los convierten en los escenarios perfectos para cometer sus fechorías y que nadie los detecte.

Sin piedad

El hallazgo se registró en esta arteria vial a la altura del barrio Torres de Molinos, a las 6:45 de la mañana, cuando el tránsito se había reactivado casi por completo.

Algunos conductores que se movilizaban por este lugar se percataron de que había un objeto extraño escondido debajo de un plástico negro.

Aunque ya se intuía de qué se trataba, solo hasta que se alertó a las autoridades de lo sucedido se confirmaron las sospechas.

La escena era aterradora: un hombre de apariencia joven se encontraba bajo aquel sucio plástico, cubierto de sangre y con grandes muestras de violencia, pues estaba amarrado de manos con una soga amarilla y con laceraciones en varias partes de su cuerpo.

Pero eso no era todo. Al parecer, la víctima, después de haber sido golpeada en la cabeza con un objeto contundente y metida en una alcantarilla, también fue arrastrada desde un lote baldío hasta un costado de la vía de aquella arteria vial, donde fue hallado. Solo una sudadera negra con rayas blancas era lo que se aferraba a él.

Al lugar también llegó la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), que se encargó del levantamiento del cadáver y la inspección de la escena.

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Tras el levantamiento, no se logró conocer la identidad de la víctima, por lo que el cuerpo fue trasladado a las instalaciones de Medicina Legal a la espera de que un familiar lo reconozca.

Aún se desconocen cuáles serían los móviles del hecho; sin embargo, se presume que podría tratarse de un ajuste de cuentas. Pero serán las autoridades quienes determinen si se trata de otro motivo.

Un peligro

El Anillo Vial Occidental, según algunos residentes de los barrios aledaños, “se ha convertido en una zona de peligro, y la falta de presencia policial solo aumenta la presencia de delincuentes que ponen en peligro la vida de quienes vivimos cerca”.

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