Entre la desesperación y el llanto desconsolado por la pérdida de su ser querido, la madre de Karlos Daniel Arrieta Navarro recordaba con nostalgia las últimas palabras que intercambió con su hijo antes de irse a trabajar, mientras intentaba comprender cómo su propio vecino sacó un cuchillo y lo asesinó.
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El trágico hecho, se dio a las 6:02 de la mañana de ayer. Varios vecinos y testigos aseguraron que la víctima, de 23 años, no tenía mucho tiempo de haber llegado a la humilde casa donde residía en el asentamiento humano José Bernal, luego de acompañar a su mamá a conseguir transporte.
La víctima no podía trabajar por que hace cuatro años sufrió una lesión en una pierna y estaba esperando poder caminar bien de nuevo. Normalmente le costaba dar pasos por el dolor que le generaba.
Cuando Karlos llegó de nuevo a la vivienda se sentó en una mecedora que estaba afuera y que colinda con la habitación del vecino. Una vez allí, el agresor comenzó a pelear con el joven y lo amenazó.
Karlos, sin embargo, no le prestó atención y siguió sentado sin pensar que su vecino sacaría un cuchillo de la cocina y se lo clavaría por la espalda. Le perforó el pulmón y Arrieta Navarro no tardó en morir.
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“Ese señor (presunto homicida) tiene 64 años y aunque solo lleva cuatro meses en el barrio ha tenido problemas con muchos vecinos, todo le molestaba y amenazó hasta los niños, pero a Karlos se la tenía montada, y eso que el joven era discapacitado, y sinceramente era muy colaborador”, explicó una vecina.