Uno de los familiares de José Federico Cerveleón Rojas llegó desesperadamente al lugar donde lo mataron, para saber qué había pasado. A lo lejos, el hombre observaba el cadáver de su ser querido, mientras se agarraba la cabeza y recordaba los momentos de amor y felicidad que vivieron juntos.
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Insistentemente, el familiar le pedía a las unidades de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) que custodiaban la escena del crimen, que lo dejaran ingresar, para estar al lado del resto de familiares y así afrontar el dolor por el asesinato de Cerveleón Rojas, de 55 años.
Sin embargo, los policías le impidieron el ingreso y desde algunos metros de distancia, la única alternativa que tuvo el doliente fue tratar de observar detenidamente y lamentar el hecho.
A José Federico lo recordó como un buen hombre, amable y servicial. Junto con él estaban algunos mototaxistas, que compartieron esta labor hace algún tiempo.
“Él no se metía con nadie, no entendemos qué pudo haber pasado”, repetían los excompañeros de José Federico.
Mientras tanto, los investigadores de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) trataban de obtener mayores detalles del crimen, por lo que rastrearon las cámaras de seguridad que están instaladas en un lujoso conjunto residencial que está frente a donde ocurrió el asesinato, además de las otras cámaras públicas que están en el lugar.
En medio de lágrimas, una de las familiares de José Cerveleón, quien vivía en el barrio San Rafael, aseguró que su ser querido había dejado de dedicarse al mototaxismo y que actualmente solo transportaba a algunos de sus familiares.
Precisamente, en el momento en que fue atacado a balazos por otro hombre que también transitaba en una moto, Cerveleón iba acompañado de un familiar que resultó ileso en el hecho.
La víctima recibió cuatro disparos en el pecho que le causaron la muerte de manera inmediata.
“Cuando yo llegué, él solo movía un pie, pero ya estaba sin vida, no hubo forma de que lo auxiliaran”, explicó un testigo del hecho.
Por ahora las autoridades avanzan en las investigaciones para esclarecer los móviles y la identificación del autor del hecho.
Robos e inseguridad
Los mototaxistas que frecuentan este sector, transportando personas entre San Rafael y El Pórtico, aseguraron que en el lugar donde ocurrió el crimen hay presencia de una banda de atracadores.
“A esta hora es la preferida de esa banda para llegar a robar al que pase. A mi hace unos días me persiguieron, pero me les alcancé a escapar”, dijo uno de los mototaxistas.
Asimismo, pidieron que se instale un CAI móvil en ese sector para que se eviten los atracos de esta banda, que, al parecer, viene desde el barrio Belén.
“Acá nos roban y esa gente que son puros menores de edad, por su apariencia, agarra el Anillo Vial Occidental y se pierden por Belén”, comentó uno de los afectados.
Según se conoció, el sábado primero de enero, le robaron una motocicleta marca Yamaha Bws a una mujer que transitaba por este lugar.
Sin embargo, las autoridades presumen que el crimen de José Cerveleón no se dio en medio de un robo, pues la motocicleta en la que se movilizaba no fue robada y el agresor disparó de inmediato contra su objetivo.
Los familiares, que alcanzaron a llegar y ver el cuerpo de su ser querido tendido en la entrada de un conjunto residencial, protagonizaron escenas de dolor y momentos de angustia por el hecho.
Por ahora serán las autoridades judiciales las que se encarguen de adelantar las investigaciones que permitan esclarecer este homicidio, que se convirtió en el tercero de este año.
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